Si precioso es de día, ya ni te cuento de noche. Recuerdo una cena en plena Plaza Mayor
un mes de agosto y tal y tal...
y tal y tal?? ya me has dejado con intriga...que pasó??
Que bonita es la plaza Mayor.
Canta conmigo: Y nos dieron las dos y las tres, las cuatro, las cinco y las seis y tal y tal....ejm...
mmmmm
ejem ejem
Ella se llamaba Julia; yo no, evidentemente. La cena, rica pero no abundante, los violines pocos pero inspiradores, el ambiente medio bohemio medio beautiful people, el vino espumoso y la noche tan cálida, tan joven...oh,la,la...La vida fue aquel momento y nosotros la acompañamos gustosamente hasta que la noche amaneció y nos sorprendió a media luz algo lejos de la Plaza Mayor, en otras condiciones y en otra situación no menos agradable...Quizá porque los violines ya no se escuchaban y quizá porque pronto descubrí en el bolsillo de mi camisa la cuenta de la cena. El viaje de vuelta a la realidad lo hicimos a pie; ni para el bus nos quedó. Pero el recuerdo nos salió gratis.
Aquel día me hice del Real Madrid; era una forma de pagar tanto desorden en mi vida, ya de por sí demasiado ordenada y predecible.
Años más tarde, años, y más años, quise revivir aquella noche en el mismo lugar con una persona distinta; pero la vida ya iba por otras historias, nada despreciables, seguro, pero otras historias.