RESEÑA
Meteorología y divulgación científica
La información meteorológica como servicio
María Luisa Sánchez Calero
Centro de Publicaciones
Ministerio de Medio Ambiente
Madrid, 2005


Por Vladimir de Semir
La información meteorológica se ha convertido en una de las temáticas imprescindibles de cualquier medio de comunicación de masas. En los telediarios de las cadenas de televisión es uno de los espacios de mayor audiencia y –lo que es más importante– con uno de los mayores grados de fidelización del público. Tiene ya programas propios en muchas cadenas e incluso es una de las ofertas temáticas de las cadenas especializadas que nos llegan por satélite o por cable. Naturalmente, ocurre igual con la prensa escrita y la radio. No nos ha de extrañar ya que en la información meteorológica confluyen diferentes géneros del periodismo clásico y moderno, principalmente el periodismo de servicios y el periodismo científico divulgativo, además de ser una fuente de desarrollo de una de las ramas más novedosas del mundo de la comunicación: la infografía.
Es una respuesta a la creciente especialización y segmentación de la oferta informativa, útil y de calidad, para la ciudadanía y un punto de referencia obligada no sólo por su indudable utilidad en nuestra vida cotidiana sino porque da respuesta a la innata curiosidad humana, preocupada por su entorno y por los fenómenos naturales de nuestro planeta. Por ello enlaza de forma directa con la divulgación científica, hasta el punto que cada vez adquiere una mayor importancia como ventana de acceso a la información científica y medioambiental. Hoy, los informativos de meteorología no sólo ofrecen las previsiones y datos vinculados con nuestro clima, sino que analizan con profundidad los fenómenos naturales que se producen, dándoles una explicación divulgativa y didáctica para una mayoría de personas. Para muchas de ellas es una primera ventana abierta a temas muy vinculados a la divulgación científica: terremotos, volcanes, tsunamis, contaminación atmosférica, calentamiento global, eclipses... y muchos otros fenómenos físicos, medioambientales y astronómicos.
En el apartado de Actitud y Percepción Pública sobre Ciencia y Tecnología de los Science & Engineering Indicators, que publica cada dos años la National Science Foundation norteamericana, queda patente que la información meteorológica es la principal temática de interés para las personas que utilizan Internet como vía de acceso a la información especializada. En el último estudio publicado correspondiente a 2004 se analiza la evolución entre 1996 y 2002 de las diferentes temáticas que motivan el uso de Internet como fuente para el acceso a la información. La meteorología es invariablemente una de las que ocupan uno de los lugares más destacados, situándose en el último año analizado (2002) como la principal fuente de interés, con un 70% de los encuestados, seguida de los temas vinculados a la ciencia y a la medicina, con un 60%.
María Luisa Sánchez Calero, profesora de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid, ha publicado un interesante y útil manual en el que analiza con rigor y amenidad –dos características esenciales del buen periodismo científico– la estrecha relación entre meteorología, información de servicio y periodismo científico, una obra inédita hasta hoy y que seguramente se va a convertir en una referencia obligada en las aulas del periodismo contemporáneo. Un periodismo moderno que no se debe limitar a una mera transmisión de los hechos, sino que ha de analizar las causas y posibles consecuencias de la información ofrecida, interpretando y contextualizando los hechos para que el público tenga elementos de valoración y análisis, y poder desarrollar así su capacidad crítica ante el mundo en el que vivimos.
¡Toda una lección de buen periodismo, que buena falta hace!