De momento tenemos frente oeste tras frente oeste hasta el domingo en el que el azoreño nos meterá todo el morro dando al traste con esta situación. Hasta el domingo cada onda que nos visite por el oeste traerá su natural alternancia de sures frescos y oestes-noroestes fríos, es decir frentes primero "cálidos" y luego fríos. Mucha lluvia en el oeste, olas de 10 metros en algunas zonas del litoral, fuertes vientos, y brazos húmedos que a partir del jueves se animarán a atravesarnos hasta el Mediterráneo. La línea de fuerza del mar de fondo, y de la corriente en chorro, estará más sur de lo habitual, enfocando ambas directamente al mundo celta: Galicia, Francia, suroeste inglés e Irlanda.
Una vez que pase el domingo las nuevas dorsales del sur de EEUU podrían restar fuerza al recorrido general hacia el este haciendo que la línea de flujo vuelva a subir hacia el norte y a formar meandros, es decir, produciendo de nuevo una tendencia a que el azoreño vuelva a su lugar. Unos modelos prevéen más noroestes atlánticos con el morro del azoreño encima, y otros una retrogradación continental este, fría, gracias a la dorsal escandinava. Iremos viendo como se irán poniendo de acuerdo.
Si bien, a favor de una posible entrada noreste a largo plazo estaría el desplazamiento de la bolsa fría siberiana hacia Rusia, con lo que la presunta retrogradación hacia nuestra península sería bastante factible, no por cercanía sino por inercia de movimiento. Este desplazamiento podría ser debido a un calentamiento del Polo norte debido a su vez por la entrada de vientos sures a consecuencia de un anticiclón en Alaska ayudado por los sures favorecidos por el tren de fuertes borrascas pacíficas. Esta bolsa cálida conduciría la natural bipolaridad del polo hacia Canadá por un lado y Rusia por el otro. Estaríamos entonces ante una entrada siberiana.