Como simple aficionado, y contento por el regreso de los especialistas en el asunto, me fascina esta vaguada (10 grados ahora mismo en Carabanchel) en pleno 13 de mayo, fecha en la que en años anteriores he llegado a poner el AA en este Madrid de contrastes térmicos inmisericordes.
Supongo que soy un poco freak, pero suelo observar el modelo AVN y es bastante diferente a lo habitual. Es como si el azoreño estuviera un tanto anémico, por no hablar del desplazamiento hacia el sur de la Corriente en chorro. Quizá esté diciendo barbaridades, pues este no es mi campo profesional, pero estos nortes helados llevan muchos meses irrumpiendo con más intensidad de la habitual en esta estepa nuestra.
Otra cosa son las humedades atlánticas, más abundantes este año también, aunque las oleadas frías se estén empezando a convertir en cíclicas, o eso parece.
El verano pasado empezamos con fuertes calores a principios de junio pero luego, en general, la estación estuvo marcada por respiros térmicos provocados por la dinámica que os acabo de comentar. Ya sé que sólo somos una gota de ser en el océano del universo sin sentido, pero ¿podríamos estar ante una tendencia que se mantuviera en el tiempo?
Sé que no hay respuestas absolutas para nada relacionado con la meteorología, pero sería tan bello un verano anómalo en el que ahorrarnos cientos de pavos en AA... y disfrutar de esos extraños atardeceres tibios en pleno julio cuestionando la esencia de lo que nos preocupa y lo que no.
Un cordial saludo a todos y, de nuevo, perdonad por irrumpir aquí más llevado por la intuición que por el raciocinio, eso sí, siempre con la intención de aprender y cegado por la pasión del conocimiento que muchos trasladáis a los que vemos esta ciencia como algo próximo al existencialismo