Aunque esto es más climatología que modelos, el tema no deja de ser interesante y cada uno aporta según ve.
Lo cierto es que obviando que los años sesenta y los más próximos de los cincuenta y los setenta, fueron muy buenos en general en la vertiente atlántica. Desde entonces las precipitaciones han ido a menos en toda la vertiente atlántica, ronda entre el 10 y el 20% dependiendo de las zonas. Cuando salgan las medias de precipitación del período 1991-2020 nos vamos a sorprender con que muchas estaciones de capitales han perdido los 500 litros anuales de media, ahí pueden estar León, Soria, Sevilla y hasta Burgos, todo dependerá de los últimos datos. Algo está pasando en nuestra variada climatología para que esto suceda y evidentemente la falta de precipitaciones correspondientes a grandes borrascas oceánicas es clara. Puede que en próximos años volvamos a un ciclo más parecido a lo que conocíamos o no, pero es una evidencia científica, y por supuesto sin entrar en tema temperaturas, más peliagudo aún.
Punto y aparte merece el que ya por estas fechas de finales de mayo y entrando en junio ya, las borrascas atlánticas no suelen ser la norma, entramos ya en otro tiempo y habrá que esperar al otoño para verlas de nuevo salvo las que merodeen por el norte y noroeste, pero salvo excepciones hemos entrado ya en temporada baja para borrascas atlátnicas por nuestra latitud, eso es de manual de estudiante de meteorología.
Viéndonos