Respecto a lo que dice Nevadito yo quería matizar algo. Podemos desear fenómenos climatológicos adversos, para saber qué da de sí la furia de la Naturaleza.
Las desgracias ya vienen según la suerte. A veces es inevitable que haya pérdidas, pero en la gran mayoría de ocasiones las desgracias vienen por falta de idea, exceso de confianza, y por nuestra avaricia (cámpings en conos de deyección, obras públicas mal hechas para llevarse pasta al bolsillo, especulación urbanística, barriadas en antiguos cauces, etc., etc...).
En zonas donde habitualmente hay fuertes tormentas o "gotas frías" es curioso observar el comportamiento de los lugareños. Parece como si estuvieran curados de espanto. En mi localidad mismo, la otra tarde, de estar toda la avenida a tope de gente, paseando al fresco, 2 truenos y de repente parecía que había un desierto, y en menos de 5 min, cuando estaba descargando toda la violencia no había nadie en la calle.
El verano pasado Centroeuropa sufrió graves inundaciones. ¡Pues menos mal que no llevaban la violencia de las inundaciones mediterráneas! Les cae allí lo que ha caido a veces en el Levante español y mueren a cientos.
El factor confianza es, desde luego, determinante.