Preciosa foto, en la que se aprecian algunos de los valles más oceánicos del Ibérico: San Millán, Tobía y parte de Valvanera, con sus enormes hayedos que cubren varios miles de hectáreas; encima están las moles del Cabeza Parda, los Pancrudos, San Lorenzo y Chilizarrias, con el Portillo Necutía. A la izquierda se ven los peñones de Tobía (qué pequeños parecen). Y el típico paisaje otoñal de Rioja Alta, origen de uno de los mejores vinos del mundo.
Bueno, por aquí, hoy helada majilla con -5ºC. Preludio de la esta noche, que también será maja.