Sobre datos del Retiro:
A pesar de la isla de calor que supone la ciudad de Madrid, la frondosa arboleda del parque, sobre todo en el lugar donde está instalado el observatorio, hace que las temperaturas sean al contrario de cómo sospechaba Meteosat-2: son más suaves que en otros puntos de la ciudad, máximas inferiores y mínimas superiores. Comparando por ejemplo con Barajas las máximas suelen ser unos 2 grados más bajas y las mínimas, cuando hay cielo despejado, pueden ser hasta 3 grados más altas.
Como dice Jose V, la influencia de la isla de calor de la ciudad no existía cuando empezó a funcionar el observatorio en 1893, pero la vegetación del parque es un regulador muy acusado de las temperaturas del observatorio de El Retiro y además ahora la vegetación alrededor es más abundante que entonces. Lo que está claro es que sus medidas son más suaves que las de otros puntos de la ciudad.