Hola a tod@s, la tarde de ayer 28 de junio resultó de lo mas bulliciosa en la provincia de Ciudad Real, yo desde mi posición en Campo de Criptana veia extasiado un desfile de imágenes de diversa "composición" a cual mas bonita.
Todo fué pasar el mediodia y un núcleo convectivo se formó en Montes de Toledo sobre su parte oriental, creció y creció el monstruo, se extendió, alimentado por un calor tórrido, llegué a registrar casi 39 ºC, y me cubrió con sus "tentáculos" (un megayunque
), era la primera mitad de la tarde entre las cuatro y las cinco:
A la vez que me cubria total y ampliamente el yunque, de forma adicional se desarrollaban nuevos cúmulos bajo ese "techo", en esta ocasión mirando hacia el oeste (el yunque salta a la vista en la parte superior... impresiona...)
Esta es la misma panorámica que la anterior, pero recreándome con el zoom:
Y pasaban los minutos incrementándose la "ebullición", esta vez observando hacia el noroeste, el ímpetu de salir escopeteados hacia arriba provocaba formas y posturas un tanto caprichosas:
Pero tambien crecian hacia el norte... :
... Y hacia el noreste. Aquí un cumulonimbo en fase inicial:
... Que luego derivaria al final de la tarde en esta preciosidad:
A todo esto, hacia la última mitad de la tarde, se desarrollaban rapidísimamente nuevos núcleos bestiales, mas potentes aún, hacia el sur y sureste de Ciudad Real, que en unión del anterior yunque un tanto envejecido, formaban sobre mi vertical un "accidentado relieve" de
Mammatus:
A todo esto llegó la hora de la puesta de sol, y la naturaleza ofreció su buen gusto mas exquisito, siempre bajo un "techo" inabarcable procedente de los enormes yunques que tuvieron a bien asomarse durante esa tarde para engrandecer un gran espectáculo. Mejor no comento esta secuencia, pero si las retinas tuvieran boca desde luego no pararian de exclamar ...
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El Astro Rey, hacia varios minutos que se fué a descansar, pero en la atmósfera todavia persistia un cóctel precioso de luces, colores, texturas y formas:
Parecia que no se acababa nunca, no lo deseaba, y así me hubiera quedado en actitud contemplativa el tiempo que hubiera hecho falta, ojalá que el tiempo se hubiera detenido en ese instante, pero nó, todo fluye y nada permanece.
Colorín... colorado... este cuento se ha acabado. Saludus