Los ecologistas son un nuevo fundamentalismo

Desconectado Jose Quinto

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Los ecologistas son un nuevo fundamentalismo
« en: Lunes 30 Mayo 2005 08:15:59 am »
«Los ecologistas son un nuevo fundamentalismo»

El libro «The March of Unreason» (La marcha de la sinrazón) ha levantado polémica en el Reino Unido. Su autor, el liberal-demócrata lord Taverne, carga contra los grupos ecologistas por ser un freno para la ciencia y un peligro para la democracia LONDRES. No es habitual que desde la izquierda se presente un alegato tan duro contra el movimiento ecologista, pero Dick Taverne, antiguo diputado y alto cargo gubernamental laborista y ahora miembro de la Cámara de los Lores por los liberal-demócratas, considera que organizaciones como Greenpeace se mueven muchas veces por dogmas que entorpecen el beneficioso desarrollo de la ciencia y suponen un peligro para las libertades democráticas. Así lo expone en su polémico libro «The March of Unreason», editado por Oxford Universtity Press. -Sus acusaciones no son políticamente correctas. -En ciertos aspectos no hay nada antidemocrático en campañas para salvar las ballenas, lo que apoyo. Y es verdad que mucha gente que apoya a Greenpeace está preocupada por conservar el medio ambiente. Pero hay ciertos asuntos en los que no aceptan discusión, no admiten las evidencias científicas. Es el caso muy claro de los cultivos modificados genéticamente. Greenpeace dice que se opone a ellos de manera absoluta y permanente. Eso es una posición dogmática que creo peligrosa para la democracia. La democracia depende de la abierta discusión entre quienes están dispuestos a cambiar sus puntos de vista si cambian los hechos. Personalmente pienso que los cultivos transgénicos son un gran beneficio para el género humano, y su aceptación en España es el camino que debe seguir el resto de Europa. La gente puede pronunciarse en contra. Examinemos el asunto, comprobemos las evidencias. Pero cuando se dice que no interesa la evidencia, Greenpeace, Amigos de la Tierra y otras organizaciones se convierten en un nuevo fundamentalismo, opuesto a la ciencia y la democracia. -Usted afirma que no es casual que la ciencia moderna naciera al mismo tiempo que la democracia liberal. -No es casualidad, porque la nueva actitud hacia la democracia es la tolerancia de no ser dogmáticos en nuestros puntos de vista sino someterlos al cambio que pueden determinar las evidencias. También históricamente se demuestra esa relación entre ciencia y democracia. Las dictaduras del pasado, como la Alemania nazi y la URSS, negaron la libertad a la ciencia en importantes aspectos. Los enemigos de la democracia han sido también en muchos aspectos enemigos de la ciencia, que depende del criticismo y de la libertad de pensamiento. -Pero la gente suele simpatizar con las acciones de Greenpeace, algunas de ellas incluso violentas. -El movimiento ecologista forma parte del desarrollo de la sociedad moderna. El interés por el medio ambiente es una actitud de civilización. Pero la gente no se da cuenta de que los verdes han ido a menudo demasiado lejos; actúan por fanatismo, no en función de las pruebas científicas. También son populares la astrología y la medicina alternativa, pero no son algo con fundamento científico y pueden llegar a hacer daño. -No sólo defiende, por ejemplo, los alimentos transgénicos, sino que incluso critica el creciente interés por los productos ecológicos. -No hay pruebas de que los alimentos ecológicos sean mejores que los producidos de modo convencional. No son más nutritivos ni saben mejor, como ha señalado un informe de la Agencia de la Calidad Alimenticia británica. La diferencia es si son alimentos frescos o no, y frescos también lo pueden ser los convencionales. Además, hay productos químicos naturales usados en el cultivo que son dañinos para la salud, y otros sintéticos que son muy buenos. Y en cuanto a los transgénicos, su cultivo mejora las cosechas de un 20 a un 50 por ciento y combate las plagas. Esto es muy importante para los países en vías de desarrollo. -Críticas tan duras contra los ecologistas suelen venir de la derecha. -El debate sobre la ciencia no es derechas o izquierdas. Visto históricamente, la posición de los verdes debería ser de derechas. Los nazis insistieron en los cultivos ecológicos y Hitler se interesó por la medicina alternativa, pero no se puede decir que quien hoy defienda esto sea nazi. En tiempos recientes, debido posiblemente a la relación entre la biotecnología y las grandes multinacionales, el movimiento verde se ha desplazado hacia la izquierda. Pero en realidad, los fundamentalismos ecologistas son de derechas.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.