Precioso. Poco puedo añadir que no haya sido dicho ya aquí.
Para mí, lo más característico del techo del Ibérico es, precisamente, y como bien ha indicado el amigo Rub-Logroño, su soledad en comparación con los extensos cordales encadenados de la Demanda, Neila, Urbión, Cebollera... Quizá fuera eso lo que llamó la atención del poeta. Por cierto, yo también soy ávido seguidor del maestro Machado, tan influido por la agreste naturaleza de nuestra tierra
PD.- Quizá un día nos encontremos por aquellos andurriales montaraces y nuestros respectivos perros podrían hacer buenas migas, jeje