A pesar de mis quejas continuas con las actuaciones en la estación de Formigal no soy un tipo muy radical y acepto que el Pirineo es un paisaje humanizado.
Quiero decir que, lástima de hayedo pero, los pastizales con vacas y ovejas por ahí también son bonitos. Me gusta ver a los pastores y a los perros afanarse con el ganado y el paisaje abierto permite panorámicas impresionantes.