Hola karry 04,
Te pongo los comentarios de F. Llorente a tus dudas:
Madrid, 4 de marzo de 2004
Estimado lector:
Lo primero es agradecerle por la lectura de mi artículo que espero haya sido de su utilidad.
Y a continuación paso a responder sus dudas. La clasificación internacional de nubes actualmente en vigor está basada, esencialmente, en la existencia de diez grupos principales llamados géneros, que se excluyen mutuamente, es decir, una nube sólo puede pertenecer a un género. Los cuales agrupé en mi escrito en tres tipos por la altura de su base -bajas, medias y altas- para una mejor comprensión.
Siguiendo con la clasificación más extendida, esos diez géneros se subdividen a su vez en especies y variedades. En el primer caso, también son excluyentes y una nube perteneciente a un género determinado sólo podrá ser clasificada en una sóla especie. Pero, por el contrario, una especie sí puede pertenecer a varios géneros. Un ejemplo de esta situación lo tenemos en los géneros estratocúmulos, altocúmulos y cirrocúmulos, que presentan los tres la especie común de lenticularis. Los nombres de las especies reconocidas internacionalmente son: Fibratus, Uncinus, Spisatus, Castellanus, Floccus, Stratiformis, Nebulosus, Lenticularis, Fractus, Humilis, Mediocris, Congestus, Calvus y Capillatus.
Las variedades representan las características particulares de las nubes, como puede ser su grado de transparencia o la diferente disposición de sus elementos. En las variedades no hay exclusiones, por lo que una nube puede reunir diversas variedades. Las reconocidas internacionalmente son: Intortus, Vertebratus, Undulatus, Radiatus, Lacunosus, Duplicatus, Translucidus, Perlucidus y Opacus.
Además de estas complicaciones que suman al nombre de la nube "dos apellidos", todavía podríamos añadir lo que se conoce como particularidades suplementarias y nubes anejas, que se producen cuando alguna nube presenta partes características que sobresalen de su zona central o incluso están separadas de ella; ejemplo característico son las "mamas" que presentan muchos cumulonimbos. En estos casos tampoco hay exclusiones. Los nombres que habría que añadir serían: Incus, Mamma, Virga, Praecipitado, Arcus, Tuba, Pileus, Velum y Pannus.
Y si todavía nos parece poco lío de "nombres", podemos reconocer que una nube determinada ha surgido como transformación de otra y evoluciona a un género distinto. En este caso tendríamos que llamar a la nube así formada con su género seguido del nombre del género de la nube madre, al que añadiríamos el sufijo "genitus"; por ejemplo, un cumuloninbo de gran desarrollo vertical que termina horizontalizándose en su cima y da lugar a la formación de cirros, éstos tendrían el nombre de "cirrus cumulonimbogénitus".
Como puede darse cuenta es algo complicado y que se salía totalmente del ámbito de iniciación que pretendo dar a mis artículos. Le recomiendo una consulta en la biblioteca del Instituto o incluso de los centros territoriales u observatorios provinciales, del libro "Manual del Observador de Meteorología", publicado por el INM, donde podrá ampliar toda esta información que le doy.
Reciba un cordial saludo,
FERNANDO LLORENTE MARTÍNEZ