PUNTA DEL SABRE (3.132m) y GRAN BACHIMALA, 3.174m (Un itinerario para volar)

Viene de aquí: https://www.mendiak.net/viewtopic.php?p=770220#p770220

Espléndido recorrido por uno de los macizos principales de la cordillera. Realizado en formato semicircular, parte del refugio de Viadós rumbo al collado homónimo, donde arrancan las dificultades. El acercamiento a la Punta del Sabre y, sobre todo, su ascenso requiere de destreza en las zonas aéreas, aunque es más impresionante que difícil. A continuación, marcharemos al punto culminante a través de una cresta en la que nuestros sentidos se pondrán a volar. Un día para sentirse grande.

Ubicación: Sierra de Gran Bachimala, Pirineos, Huesca.
Cimas: Punta del Sabre (3.132m) y Gran Bachimala (3.174m).
Desnivel acumulado: 1.521m.
Distancia: 13,16km.
Duración: 7h.
Acceso: Partimos desde el refugio de Viadós, accesible en pista desde la carretera que de San Juan de Plan lleva a Gistaín. La pista está en bastante buen estado, incluso para los vehículos bajos, pero hay que tener cuidado con los badenes. Además, sobre todo al principio, es muy estrecha, con lo que habrá que maniobrar si viene alguien de frente. Esto es poco posible a la ida, pero no a la vuelta. Suerte...

7:45. Para mi sorpresa, llego con el coche casi hasta el final de la pista (1.686m), donde encuentro la última plaza disponible para aparcar. Así amanecen el Espadas y las cimas de alrededor.       

 


 
Una senda me ha dejado enseguida en el refugio de Viadós, donde cargo agua.

 


 
Por detrás nace la senda que subirá fuertemente por el bosque, sin tregua, 

   


 
Cuando salgo del bosque, diviso el macizo. 


 
Vamos superando poco a poco las pendientes herbosas. 


 
Cabaña del Sarrau. 


 
Culfredas. 


 
Hoy me va a dar más el sol que el otro día, aunque todavía es pronto.


 
Con paciencia, vamos superando esas cuestas herbosas hasta llegar a este punto, donde rodearemos por la izquierda. 


 
Una senda, mejor la de arriba, se dirige al collado. 


 
9:33. Collado de la señal de Viadós (2.533m). Paro a comer un poco. 


 
Y giro a la izquierda, en principio por el camino normal del Bachimala. 


 
He evitado esa rampa fortísima para acceder mejor a la cresta un poco más arriba. Aquí está más tendida. 

   


 
Ahora se trata de acercarnos a la pared de la Punta del Sabre. 


 
Que, como suele pasar, impresiona desde la distancia. ¿Por ahí voy a subir? 


 
Pues sí, ésa es la idea. Así que nada, vamos por la senda hasta la base de la pared.


 
Antes de llegar, hay un paso un tanto comprometido por una breve cresta. Me pongo el casco. 


 
Los hitos nos ayudan a superar la pared, menos fiera desde dentro. 


 
Con todo, no es una zona para neófitos. Una vez superado el primer escalón, nos acercamos hasta la segunda pared.


 
Donde también hay un camino abierto con hitos. 


 
Ya estamos en la cima. 


 
11:15. Punta del Sabre (3.132m). Al fondo, el Gran Bachimala. 


 
Macizo de Perdiguero. 


 
Aneto y Posets. 


 
Eristes y Cotiella. 


 
Suelza y Ordesa. 


 
Perdiguero.


 
Aneto. 


 
Vallibierna. 


 
Posets. 


 
Espadas. 


 
Eriste.


 
Cotiella. 


 
Suelza.


 
Fulsa e ibón de Ordiceto.


 
Vale, ahora falta el otro punto exigente de la jornada. La cresta que une las dos cumbres. 


 
Se afila por momentos y debemos extremar la precaución.


 
Con todo, cuando la cosa se pone fea siempre hay salidas por la izquierda o la derecha. Llego a la última brecha y respiro. Me quito el casco. Ya está. 


 
11:46. Gran Bachimala (3.174m), en cuatro horas desde Viadós. Felicidad. Tresmil número 38. 


 
La cresta que sigue. 


 
La cresta de donde vengo.


 
Las Tres Sorores, desde el otro lado.


 
La Munia y Vignemale. 


 
Campbieil.


 
Pic Long. 


 
Midi de Bigorre.


 
Arbizon. 


 
También se aprecia una estación de esquí francesa. Creo que Val Louron.


 
Tras comer y disfrutar en la cumbre, ya tranquilo, ya relajado, emprendo el descenso por la ruta normal.


 
Tiene una cresta breve, pero más sencilla que la de la mañana.


 
Luego se baja una pedrera imponente.


 
Mejor bajar que subirla...


 
Y se bordea el macizo para entroncar nuevamente con el collado de la mañana.

 

   




 
Otra vez en el collado, como una manzana y miro arriba. Autohomenaje.


 
Ahora sólo falta descender las laderas herbosas, ahora con calor, sí, pero feliz.


 
Con tiempo y ganas para buscar encuadres. Para gozar.


 
Cabaña de Sarrau. 


 
Bachimala y Punta del Sabre.


 
Entorno idílico de Viadós, con el refugio y las granjas.



 


 
14:45. Fin del itinerario. 


   
Y éste es el track que seguí de referencia:
ver track

LAS NOTAS (La escala es del 1 al 5):
DIFICULTAD: 5. Ruta comprometida por las alturas, de cierta exigencia física, a acometer con seguridad en uno mismo y buen tiempo. El ascenso a la Punta del Sabre requiere de experiencia en entornos aéreos, al igual que la cresta posterior a la Punta Bachimala. Casco recomendable por caída de piedras.
BELLEZA DEL ITINERARIO: 5. El entorno de Viadós es precioso y también la estética de las cumbres. Impresionante panorámica, rodeado de los grandes macizos del Pirineo.
IMPORTANCIA DE LA CUMBRE: 5.

Así fue el ascenso al Gran Bachimala, un itinerario para volar. Continuará...

Pues otra zona pendiente para mí, me han parecido muy interesantes las vistas desde la cima, a lo tonto ves el glaciar de Monte Perdido, el de Llardana del Posets y el glaciar de Ossoue. El Aneto, pese a ser una gran cumbre, no me convence del todo sus vistas para ser el pico más elevado de los Pirineos, las Maladetas le tapan vistas a cumbres interesantes. El Posets por ejemplo, que subí por primera vez el año pasado, tiene unas vistas buenísimas, y veo que Bachimala no le tiene mucho que envidiar. ¿Es realmente muy dificil la parte final?. Hay cimas como los Infiernos por ejemplo que en reportajes parece muy delicada pero luego una vez metido en faena no es tanto como parece en las fotos, tiene un punto de peligrosidad asequible, que le da un punto de emoción sin ser excesivamente peligrosa.

Hola Daniel, gracias por el comentario. El Bachimala es fácil si subes por donde bajé. Es un tresmil en el que sólo hace falta físico y una mínima concentración en la cresta final. Si añades la Punta del Sabre la cosa cambia, porque las trepadas son continuas y algunas, aéreas.