En efecto, de esta guisa ("provincias") es como denominan, un tanto despectivamente y no menos centralistamente, los habaneros, al resto del país. Como quiera que sea, ésa es realmente la Cuba profunda, la alejada de los circuitos turísticos y de las playas cristalinas de catálogo, y la que merece la pena conocer de primera mano. Hacerlo con transporte público resulta sin duda imposible; con coche de alquiler es algo más llevadero, por más que el estado de las carreteras y la señalización (totalmente inexistente, incluso en las "autopistas") dejen bastante que desear.
Esta última es la opción que escogimos nosotros. Entre los días iniciales y los días finales de nuestra estacia en La Habana y algún que otro receso playero, hubo también tiempo para un recorrido rutero por el occidente y el centro de la isla (provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spiritus).
Y sin más dilación, ataco ya pues con la segunda fotoentrega dedicada a mis aventuras cubanas ;þ)