Un poco de filosofía.
El Sol pega más fuerte en en el Ecuador que en los Polos. Esto crea en la atmósfera una situación de energía, es decir, de desequilibrio y de orden (más calor en un sitio que en otro), que tiende continuamente a disiparse, es decir, a crear desorden, mezcla, entropía (siguiendo la segunda ley de la termodinámica). Este continuo paso de energía a entropía es lo que hace que exista el tiempo y el clima.
Si aumenta en la atmósfera terrestre el CO2 y los otros gases invernadero (especialmente el vapor de agua), la desigualdad con la que el Sol reparte su calor entre unas latitudes y otras se amortigua, ya que el efecto invernadero calienta más los polos que el Ecuador. Por lo tanto disminuye el estado "energético" de la atmósfera y disminuye también, probablemente, la velocidad de disipación de esa energía.
En fin, que en el Cretácico (con mucha más humedad y más CO2 que ahora) el clima era mucho más estable que en la glaciación, cuando vientos y temporales azotaban con furia casi todas las latitudes (tal y como lo indican los enormes depósitos de loess en Europa y Asia, o la movilidad de grandes dunas de arena en todos los continentes).
(abajo pongo el mapa de estos días, que tomo prestado de otro topic, en el que se observa una gran masa de aire frío polar en el Atlántico expulsada del Artico hacia el
sur, mientras que por sus bordes, por Europa especialmente, el aire caliente sube hacia el norte; todo ello en un intento incesante de la atmósfera de repartir su calor equitativamente).