Respecto a lo de las islas de calor, efectivamente hay una diferencia de unos
dos grados más en la ciudad que en la huerta o el campo, por lo menos en invierno.
En verano las diferencias son mayores, pues el asfalto de las calles y el hormigón
y los ladrillos de los edificios más el aire caliente de los aparatos de aire acondicionado
hacen que las diferencias sean aún mayores al absober y acumular calor.
Además la propia estructura de las ciudades hace más dificil la circulación del aire y
los MILES de vehiculos que circulan por ellas emiten calor por emisiones y del motor.