TERCERA PARTEEn un principio, la visión de sus paredes completamente verticales les resultó francamente desalentadora. El marqués estudió detenidamente con sus prismáticos y solo pudo apreciar dos fisuras, en la cara norte, que podrían ser vulnerables. El resto de las paredes le resultó "absolutamente inaccesibles". De una forma bastante gráfica resumió la estrategia que deberían seguir. "La ascensión si pude realizarse, se componía de dos partes; primera: ir hacia la grieta; y segunda, subir por la grieta." En aquellos tiempos los alpinistas buscabab preferiblemente la grietas o fisuras antes que las paredes lisas, ya que la técnica de escalada en placa y los materiales utilizados las convertían en objetivos casi imposibles. Esa es la razón de que Pedro Pidal no reparase en que las placas de la cara sur, aparentemente lisas, ofrecían posibilidades de escalada mas sencillas que las fisuras de la cara norte. Esa es la explicación de que el Naranjo fuese conquistado por primera vez por una ruta de escalada muy comprometida y expuesta. Cualquiera que hoy en dia escala la ruta de Pidal y Gregorio y la compara con la de la cara sur puede dar fé de ello.
Esquema de la ruta de la primera ascensión al Naranjo de Bulnes.Y más aún cuando imaginamos cómo pudieron bajar los dos escaladores por esa misma via, descolgándose con la cuerda, cortando trozos de ella o empotrando piedras, ya que desconocían la técnica del rappel. Toda una hazaña que hoy todavia nos asombra, tanto por su perfecta planificación como por la técnica de su realización y la valentía que tuvieron que derrochar.
Al llegar al pié de la pared, almorzaron y dejaron todos los bártulos para poder ir lo mas ligeros posible, lo que quizá fué una de las claves del éxito. Sin hacer uso de la cuerda, realizaron una primera travesía, fácil pero impresionante, que les hizo elevarse en diagonal sobre el vacío de la cara norte. Al llegar a un punto delicado, el cainejo se adelantó un poco para ver si el terreno era practicable. El marqués le esperó con el alma en vilo, hasta que su valiente acompañante, que se había descalzado para que sus piés se "agarrasen como una ventosa a las rocas", le confirmó que podían continuar sin problemas. En una placa muy lisa que vertía sobre el precipicio tuvieron que vérselas con el primero de los problemas de envergadura. Además, la llambrialina, como acertadamente llamó el marqués a ése paso, sería tan complicada tanto de subida como de bajada, y marcaría un antes y un después en la escalada. Su búsqueda en el descenso les llevaría bastante tiempo y sólo el instinto del Cainejo lograría encarrilarles en la ruta salvadora cuando ya se preparaban para pasar la noche atados a la peña.
El Naranjo de Bulnes desde la cima del Neverón de UrrielloAfortunadamente, tras aquel paso dificil, la roca pierde inclinación durante un buen trecho, y lograron ganar bastantes metros de altitud mientras se acercaban a la base de las dos fisuras que recorren la parte superior de la pared norte. A su derecha, la pared oeste se perdía en un inmenso y aterrador abismo.
Descansaron un poco mientras la niebla comenzó a esconder a sus ojos buena parte del vacío que se abria bajo sus pies, lo que les ahorro, seguramente, la impresión que producen algunos pasos muy aéreos y expuestos. El Cainejo lo describía así:" Empezaron a reunirse ramos de niebla y se cerró por entero en un cuarto de hora y fue los que nos favoreció despues de Dios y la cuerda, pa subir y bajar, porque nos quitó el asombro que metia el mirar p'abajo".
De esta forma comenzaron a ascender por la grieta, apoyando la espalda en un lado y los pies en el otro, ganando metro a metro a la montaña. Una piedra desprendida por la cuerda estuvo a punto de alcanzar a Pedro Pidal, pero ese dia la suerte estaba de su lado y la piedra pasó rozándole, perdiendose en el abismo "la sentí pasar a mi lado...luego nada...Ni volvío a tropezar con la roca, ni la oí llegar a ninguna parte..."
Poco a poco fueron subiendo por la grieta hasta que un saliente, conocido desde entonces como la panza de burra, les cortó el paso. Por un momento estuvieron a punto de desanimarse y retroceder. "...Formaba una panza en el medio y derechaba tan plomo arriba como un arbol entornao y sin agarraderas ni sitio onde poner los pies...". Pero en ese momento la decisión casi obsesiva de Pedro Pidal y su criterio fueron determinantes. Se alzó hasta donde estaba su compañero y encontró una buena presa para sus manos. Entonces, siguiendo sus indicaciones, Gregorio puso sus piés encima de los hombros de Pedro Pidal; luego empujo Pidal con sus manos a Gregorio hasta que éste por fin pudio alcanzar un agarradero sólido y fiable para proseguir la escalada. Habian salvado el tramo más dificil y comprometido de la ascensión. El Naranjo había sido conquistado.
Desde este punto hasta la cima el terreno pierde verticalidad y la fisura se abre en una especie de embudo fácil de pedrera suelta. Incluso los dos compañeros se desencordaron para proseguir más rápidamente su ascensión a la cumbre,a la cual llegaron a la una y cuarto de la tarde de aquel dia.
"Entoné el ¡hurra! más formidable que dí en los dias de mi vida", comentó despues Pedro Pidal.
Mirador de Ordiales, donde se encuentra enterrado D. Pedro Pidal.Con la llegada de Pedro Pidal y Gregorio Pérez a la cima del Naranjo de Bulnes el alpinismo acababa de dar un paso decisivo en España. Lo que estos dos hombres aportaron fue sobre todo, una nueva mirada, una forma moderna de ver la montaña, siguiendo el ejemplo de lo que estaba aconteciendo en Europa.