REPORTAJE: Crónica de una conquista. El Naranjo de Bulnes

FRENTEFRIO

  • Visitante
REPORTAJE: Crónica de una conquista. El Naranjo de Bulnes
« en: Miércoles 10 Marzo 2004 21:45:15 pm »
Saludos a todos.
El próximo 5 de Agosto de 2.004, se cumplirán 100 años de una de las mas bellas gestas del alpinismo español: La conquista del Naranjo de Bulnes.
Vaya como reconocimiento hacia aquel valiente hecho este reportaje y también como homenaje hacia las dos personas que lo realizaron, dos hombres singulares: Gregorio Pérez, "El Cainejo", pastor de Caín y D. Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa, enamorado, como yo mismo lo estoy, de ésas bellas montañas: Los Picos de Europa.

PRIMER PARTE

La pared sur del Naranjo de Bulnes, desde Collada Bonita.
En la noche del 5 de agosto de 1.904 dos hombres bajaban cansados y hambrientos, resbalándose por la pedrera de la Canal de Camburero y buscando a gritos, en la oscuridad de la noche y el vacío, algún pastor que pudiese darles cobijo donde recuperarse y pasar la noche. Seguramente en aquel momento el aristócrata don Pedro Pidal y Bernaldo de Qurós, marqués de Villaviciosa, y Gregorio Pérez, humilde pastor de Caín, no eran plenamente conscientes de que, con su primera escalada al Naranjo de Bulnes, terminaban de escribir la primera página de una historia llena de pasión y esfuerzo: La historia de la escalada en España. Desde entonces, la figura pétrea del monolito del Naranjo de Bulnes se convertiría en una de las más importantes referencias, donde los alpinistas españoles de distintas generaciones se probarían. Todo ello explica que el Naranjo sea, desde estos comienzos, la montaña símbolo del alpinismo en España.

Situada en el Macizo Central de los Picos de Europa, el Naranjo, con sus modestos 2.519 metros, no es ni siquiera la montaña mas alta de este bello macizo; pero desde el punto de vista de la escalada, es, sin duda, la más interesante de los Picos de Europa y una de las más duras y difíciles. Esa es la explicación de que haya significado para el montañismo español algo parecido a lo que representó el Cervino, en los Alpes, que sin ser la montaña más alta, terminó evocando la idea de la inaccesibilidad, el perfil ideal de la montaña que impone respeto y admiración. En una palabra, el Naranjo es una de esas montañas que debe ser ascendida...si se puede.
Más tarde, ya en los tiempos modernos, el nombre del Naranjo trascendió los medios montañeros debido al dramatismo de los accidentes, la espectacularidad de los rescates y a la resonancia de las noticias que generaba a través de algunos medios de comunicación. Todo ello agigantó aún más, entre aficionados y profanos, la leyenda de una montaña inaccesible, en ocasiones asesina. Sin embargo no ha sido en el Naranjo donde mas visdas se han perdido, si no en la cara este de Peña Vieja, en el lugar conocido como el Espolón de los Franceses.

FRENTEFRIO

  • Visitante
Re:REPORTAJE: Crónica de una conquista. El Naranjo de Bulnes
« Respuesta #1 en: Miércoles 10 Marzo 2004 22:01:33 pm »
SEGUNDA PARTE
 
D. Pedro Pidal y Gregorio Pérez, los conquistadores del Picu

El Naranjo parece haber sido construido por un gran escultor, sin que apenas sea visible una linea vulnerable. Desde la lejanía parece imposible su ascensión. Pero, como en otras ocasiones, una persona supo mirarlo de otra manera. Quien descubrió el naranjo de Bulnes para el alpinismo, quien supo ver en él un magnífico lugar para la aventura, fué un extraordinario individuo, don Pedro Pidal. Este curioso personaje compone una estampa un tanto atípica del alpinista de comienzos de siglo, ya que repartó su vida entre su afición por la caza y las montañas.
Desde hacia mucho tiempo al marqués le preocupaba que fuese un extranjero el primero en alcanzar la cumbre más bella de los Picos. Decía:" Yo llevaba tiempo preguntándome ¿No sería acaso posible intentar su ascensión? Que otros habían fracasado eso ya lo sabía yo. Pero ¿qué idea me formaría de mí mismo y de mis compatriotas si unos extranjeros llegasen a plantar su bandera en la cumbre virgen del Naranjo?
En sus cacerías el marqués habia tenido oportunidad de observar el Naranjo y quedar enamorado de tan imponente montaña, convirtiendo a esa cumbre especial de los Picos de Europa en un reto al que poder dedicarse en cuerpo y alma. Para Pedro Pidal aquella montaña representaba la escalada más dificil que podía acometerse.

La impresionante pared Oeste del Naranjo desde Vega Urriello.

Desde aquel momento el marqués se impone como objetivo ser el primero en pisar la cima del Naranjo; diseña un plan, viaja a Londres para comprar la mejor cuerda que encuentre, pues a principios de siglo es Inglaterra la pionera en el panorama alpinístico. Una vez que tuvo la cuerda, viaja a Chamonix para entrenarse. Su objetivo en los Alpes es la Aguja del Dru, una montaña semejante a la que llevaba en mente. El Dru es una afilada aguja de granito que atrae todas las miradas de los alpinistas desde el valle siendo entonces una de las escaladas más difíciles en el Mont Blanc.
De vuelta a España, el marqués sólo tenía que buscar a un compañero de cordada. En ese punto, tampoco tuvo duda de la elección: "llamé a mi buen amigo Gregorio Pérez...hombre fornido, de poderosas manos, que viev en la peña, siempre que las nieves no le arrojan al valle. Ese es el hombre que me conviene".
Pero antes de atacar el Naranjo decidieron efectuar otras escaladas. Ascendieron a la Torre de Santa María y a Peña Santa de Castilla, en el mismo día. Una vez en forma, acostumnbrados a la escalada en la magnífica y adherente roca caliza que ofrece el macizo, volvieron sobre sus pasos y se encaminaron hacia el Naranjo de Bulnes.

FRENTEFRIO

  • Visitante
Re:REPORTAJE: Crónica de una conquista. El Naranjo de Bulnes
« Respuesta #2 en: Miércoles 10 Marzo 2004 22:38:39 pm »
TERCERA PARTE
En un principio, la visión de sus paredes completamente verticales les resultó francamente desalentadora. El marqués estudió detenidamente con sus prismáticos y solo pudo apreciar dos fisuras, en la cara norte, que podrían ser vulnerables. El resto de las paredes le resultó "absolutamente inaccesibles". De una forma bastante gráfica  resumió la estrategia que deberían seguir. "La ascensión si pude realizarse, se componía de dos partes; primera: ir hacia la grieta; y segunda, subir por la grieta." En aquellos tiempos los alpinistas buscabab preferiblemente la grietas o fisuras antes que las paredes lisas, ya que la técnica de escalada en placa y los materiales utilizados las convertían en objetivos casi imposibles. Esa es la razón de que Pedro Pidal no reparase en que las placas de la cara sur, aparentemente lisas, ofrecían posibilidades de escalada mas sencillas que las fisuras de la cara norte. Esa es la explicación de que el Naranjo fuese conquistado por primera vez por una ruta de escalada muy comprometida y expuesta. Cualquiera que hoy en dia escala la ruta de Pidal y Gregorio y la compara con la de la cara sur puede dar fé de ello.

Esquema de la ruta de la primera ascensión al Naranjo de Bulnes.

Y más aún cuando imaginamos cómo pudieron bajar los dos escaladores por esa misma via, descolgándose con la cuerda, cortando trozos de ella o empotrando piedras, ya que desconocían la técnica del rappel. Toda una hazaña que hoy todavia nos asombra, tanto por su perfecta planificación como por la técnica de su realización y la valentía que tuvieron que derrochar.
Al llegar al pié de la pared, almorzaron y dejaron todos los bártulos para poder ir lo mas ligeros posible, lo que quizá fué una de las claves del éxito. Sin hacer uso de la cuerda, realizaron una primera travesía, fácil pero impresionante, que les hizo elevarse en diagonal sobre el vacío de la cara norte. Al llegar a un punto delicado, el cainejo se adelantó un poco para ver si el terreno era practicable. El marqués le esperó con el alma en vilo, hasta que su valiente acompañante, que se había descalzado para que sus piés se "agarrasen como una ventosa a las rocas", le confirmó que podían continuar sin problemas. En una placa muy lisa que vertía sobre el precipicio tuvieron que vérselas con el primero de los problemas de envergadura. Además, la llambrialina, como acertadamente llamó el marqués a ése paso, sería tan complicada tanto de subida como de bajada, y marcaría un antes y un después en la escalada. Su búsqueda en el descenso les llevaría bastante tiempo y sólo el instinto del Cainejo lograría encarrilarles en la ruta salvadora cuando ya se preparaban para pasar la noche atados a la peña.

El Naranjo de Bulnes desde la cima del Neverón de Urriello

Afortunadamente, tras aquel paso dificil, la roca pierde inclinación durante un buen trecho, y lograron ganar bastantes metros de altitud mientras se acercaban a la base de las dos fisuras que recorren la parte superior de la pared norte. A su derecha, la pared oeste se perdía en un inmenso y aterrador abismo.
Descansaron un poco mientras la niebla comenzó a esconder a sus ojos buena parte del vacío que se abria bajo sus pies, lo que les ahorro, seguramente, la impresión que producen algunos pasos muy aéreos y expuestos. El Cainejo lo describía así:" Empezaron a reunirse ramos de niebla y se cerró por entero en un cuarto de hora y fue los que nos favoreció despues de Dios y la cuerda, pa subir y bajar, porque nos quitó el asombro que metia el mirar p'abajo".
De esta forma comenzaron a ascender por la grieta, apoyando la espalda en un lado y los pies en el otro, ganando metro a metro a la montaña. Una piedra desprendida por la cuerda estuvo a punto de alcanzar a Pedro Pidal, pero ese dia la suerte estaba de su lado y la piedra pasó rozándole, perdiendose en el abismo "la sentí pasar a mi lado...luego nada...Ni volvío a tropezar con la roca, ni la oí llegar a ninguna parte..."
Poco a poco fueron subiendo por la grieta hasta que un saliente, conocido desde entonces como la panza de burra, les cortó el paso. Por un momento estuvieron a punto de desanimarse y retroceder. "...Formaba una panza en el medio y derechaba tan plomo arriba como un arbol entornao y sin agarraderas ni sitio onde poner los pies...". Pero en ese momento la decisión casi obsesiva de Pedro Pidal y su criterio fueron determinantes. Se alzó hasta donde estaba su compañero y encontró una buena presa para sus manos. Entonces, siguiendo sus indicaciones, Gregorio puso sus piés encima de los hombros de Pedro Pidal; luego empujo Pidal con sus manos a Gregorio hasta que éste por fin pudio alcanzar un agarradero sólido y fiable para proseguir la escalada. Habian salvado el tramo más dificil y comprometido de la ascensión. El Naranjo había sido conquistado.
Desde este punto hasta la cima el terreno pierde verticalidad y la fisura se abre en una especie de embudo fácil de pedrera suelta. Incluso los dos compañeros se desencordaron para proseguir más rápidamente su ascensión a la cumbre,a la cual llegaron a la una y cuarto de la tarde de aquel dia.  
"Entoné el ¡hurra! más formidable que dí en los dias de mi vida", comentó despues Pedro Pidal.

Mirador de Ordiales, donde se encuentra enterrado D. Pedro Pidal.

Con la llegada de Pedro Pidal y Gregorio Pérez a la cima del Naranjo de Bulnes el alpinismo acababa de dar un paso decisivo en España. Lo que estos dos hombres aportaron fue sobre todo, una nueva mirada, una forma moderna de ver la montaña, siguiendo el ejemplo de lo que estaba aconteciendo en Europa.