Con este
tópic quiero dar un poco a conocer mi comarca (el Rincón de Ademuz) y concretamente el pico más alto de la Comunidad Valenciana, el
Cerro Calderón. Muchos lo desconocen (incluso dentro de la misma Comunidad) o se piensa que el pico más alto es el Penyagolosa (
donde últimamente parece que a algunos castellonenses se les haya aparecido la Virgen).
Comentaré primeramente el relieve accidentado que
puebla esta comarca. En un primer escalón la comarca pertenece al conjunto del Sistema Ibérico y dentro de una división del territorio valenciano por sus características orográficas, el Rincón puede adscribirse al sector Ibérico Valenciano Septentrional, en el cual forma una subunidad con señas distintivas propias y al tiempo comunes aparte del entorno aragonés. La comarca se caracteriza por dos hechos básicos como son: la elevada altitud media respecto al conjunto valenciano y el predominio de espacios con acentuadas pendientes. Muestra de la primera es que, en su práctica totalidad, se encuentra por encima de los 700 metros de altitud mientras una notable porción se situa sobre los 1.000 y en las áreas más elevadas se superan los 1.800 metros.
El desnivel existente entre las cimas comarcales y el valle central rebasa los 1.000 metros, lo cual favorece el predominio de áreas en pendiente. Como muestra de ello, dos tercios de la superficie comarcal presentan entre un 20% y un 50% de inclinación, y un 1% de la misma incluso supera este último porcentaje.
Cueva de Los Moros (Ademuz). Tras esta breve introducción nos ocuparemos de la segunda unidad fisiográfica comarcal, que está constituida por el este y sudeste, el espacio comarcal de mayor altitud. Esta unidad se extiende a levante del valle central y sobre la vertiente occidental de la Sierra de Javalambre, puesto que esta gran sierra de orientación este-oeste culmina, en sentido estricto, en el término de Puebla de San Miguel. En conjunto se caracteriza por una elevada altura media, superior a los 1.200 metros, y por la dureza de los materiales calizos jurásicos predominantes, datados entre 213 y 144 millones de años. Destaca por su altitud el Alto de las Barracas (1.839 m), generalmente denominado Calderón (aunque incorrecto), la cima más elevada del territorio valenciano. Otros accidentes de relevancia en su entorno son la Ceja de la Ballestera (1.789 m), el Alto del Chaparral (1.710 m) o la Cañada Jorge (1.701 m) y el Puntal del Mozo (1.751 m). En general, se trata de formas alomadas de pendientes relativamente suaves, pero que descienden rápidamente hacia el centro de la comarca.
Mapa de la zona. Detalle. Hablando de la vegetación, la diferenciación altitudinal existente en la comarca, de hasta 1.200 metros entre el Alto de las Barracas y el fondo del valle en Casas Bajas, permite una gradación completa de la vegetación. Esto se ve incrementado por una topografía agreste que posibilita todo tipo de orientaciones. La diversidad de suelos es relevante, con grandes extensiones empobrecidas frente a espacioes fértiles en los fondos de los valles.
Vista general de Torrebaja. Pero las más extensas, densas y variadas áreas de vegetación comarcal se encuentran en las estribaciones de las sierras de Santerón, Javalambre y su apéndice Tortajada. El sabinar predomina en esta última sierra, donde la sabina forma un bloque, y parcialmente en las laderas de Javalambre. En el resto, es el pino laricio el principal ocupante junto al cual se encuentra la sabina albar, mientras destaca el sotobosque de enebro, la aliaga parda y la gayuba, así como un estrato herbáceo bastante pobre, en altitudes entre los 1.100 y los 1.400 o 1.500 metros. Son estas áreas las que permiten unos buenos aprovechamientos ganaderos. Si se asciende a mayores altitudes, y ello sólo es posible en las laderas de Javalambre, disminuye la cubierta vegetal pero ésta la forman ejemplares arbóreos de mayor porte. En los terrenos por encima de los 1.500 metros domina la combinación de pino albar y silvestre con sotobosque de sabina rastrera, enebro, espino, erizo y herbáceas, un bosque armónico y bien estructurado adaptado a las duras condiciones de la alta montaña mediterránea. Destaca el hecho de que la mejor muestra de este conjunto vegetal de altura, de mínima representación en el territorio valenciano por otra parte, se encuentra a levante del término de Puebla de San Miguel, en el Alto de las Barracas, El Gavilán y su entorno, no faltando la presencia de algunos endemismos.
A continuación pongo algunas fotos de la subida al Cerro Calderón, a partir de unos 1.500 / 1.600 m. (hasta donde se sube en coche). Las fotos están sacadas en la segunda quincena de septiembre.
Conocido como Pino Vicente o Pino de las Tres Garras. El mismo desde fuera. Detalle del tronco. Ramas que tocan el suelo. Diversas formaciones vegetales. Al fondo, el Cerro Calderón. La sabina rastrera. Otra reina de las cumbres en primer plano, bosque de pino silvestre y albar detrás, y las tierras centrales con la Sierra de Santerón (el oeste de la comarca) intuyéndose al fondo. La Ceja la Magitiada (1737.4 m) en el centro. La depresión de la Hoya del Puerco. La Guinda (1726.5 m). Vértice geodésico, pico Calderón (1.837.3 m). Comentado un poco la fauna, hay que decir que se encuentra en un aceptable estado de conservación favorecido por el despoblamiento de la comarca. El azor, el águila culebrera, el ratonero, el gavilán, el búho real, el águila calzada o el común cernícalo son las rapaces más destacables. Especial interés suscita para los ornitólogos la presencia del esquivo chotocabras, un ave nocturna de curioso aspecto. Es notable la expansión de los córvidos, en especial de la corneja negra, que tiene en las zonas bajas abundantes nidificaciones. En los bosques, preferentemente pinares, habita el trepador azul. En cuanto a los mamíferos, son frecuentes el jabalí, el zorro, la gineta, el tejón, el conejo, la liebre o el gato montés, aunque este último está últimamente amenazado puesto que se híbrida con gatos domésticos asilvestrados, perdiéndose la pureza de la raza. También desde hace unos años habitan aquí, procedentes en general de la Comunidad de Albarracín, ciervos, gamos o muflones junto con otros mamíferos que se encuentran en peligro de extinción. Por su parte, la existencia de varios cursos fluviales con aguas suficientemente limpias permite junto con barbos o anguilas la presencia de truchas en los ríos Boilgues, Ebrón y Turia y más puntualmente de cangrejos e incluso mamíferos como la nutria. Es por ello que la trucha es objeto de pesca a lo largo del Turia y el Ebrón en las zonas autorizadas.
Ciervos a 10-15 km. de Torrebaja.