El Río Chillar, juntamente con el Paraje Nat. de los Acantilados de Maro, y la Res. Nac. de Caza de Sierras Tejeda y Almijara, constituye uno de los parajes más conocidos y visitados de la comarca. Situado en la vertiente Sur de la Sierra de Almijara desemboca en el Mediterráneo, a la entrada de Nerja, entre las playas del Playazo y la Torrecilla.
La acción erosiva del agua, ha ido modelando sobre la roca marmórea un impresionante cañón fluvial inimaginable en estas tierras sureñas y ribereñas, que más bien nos trasladan a zonas naturales del interior de la Península. Su paisaje se caracteriza por una abundante vegetación desarrollada sobre un valle encajonado por cantiles o paredes verticales, que cuando el cauce se estrecha, podemos tocarlas con solo abrir los brazos. Algunas de estas gargantas se levantan y abren sobre nuestras cabezas unos 40 m., produciendo recodos y rincones que con sus contrastes de luces y sombras crean un ambiente de sosiego roto solamente por el fluir del agua y las numerosas aves. El Cañón se va cerrando hasta llegar a un sorprendente desfiladero de un deslumbrante encanto denominado "Los Cahorros", estrecho pasillo natural, tras el cual el río se abre permitiendo la colonización por parte de una gran vegetación propiciada por la densa humedad del paraje. Más arriba el río se vuelve muy abrupto, donde se puede disfrutar de distintas Pozas y pequeñas Cascadas o saltos de agua. Su recorrido a través del cauce, con agua presente casi en su totalidad, puede cubrir hasta las rodillas, por lo que se recomienda hacerlo en verano o primavera (pantalón corto y calzado adecuado), parte de la desembocadura, el Playazo, o desde la urbanización Almijara, que nos introduce en la rambla, pasando por diferentes hitos como la confluencia con el Río Higuerón (proveniente de Frigiliana), Cerro La Cruz del Pinto o cantera de áridos (2 km.) y 3ª fábrica de la luz o Salto Grande (4 km.) donde se deja el vehículo. Caminando llegamos a Los Cahorros y desde aquí a la poza o Vados de los Patos, para finalizar en la Presa (8 km.), donde se ensancha el río. Podemos seguir río arriba pasando por Vegueta de la Grama hasta el Cortijo del Imán, o regresar por la acequia que llega al Salto Grande, pasando por la Cueva de las Palomas.
La VIDA en el PARAJE NATURAL
La abundancia de agua y su permanencia a lo largo de todo el año, propicia un exuberante biotipo, donde están representado comunidades muy diversas de especies. Entre la flora, la especie botánica más común es la Adelfa, que llega a alcanzar proporciones considerables, aunque también son muy representativas las zarzas, cañaverales, juncos, arrayanes, hiedras, brezos, jaras, olivillas, romeros, tomillos, palmitos, mimbres, lentiscos, laureles, helechos, matagallos, torvisco, mirto, etc. que se desarrollan entre un arbolado disperso de encinas, enebros y pinos mediterráneos.
Esta abundancia de vegetación favorece la existencia grandes aves como el cernícalo común, el águila perdicera y el halcón, y multitud de pequeñas que se refugian en el matorral, como carrucas, jilgueros, herrerillos, pardillos, pinzones, verdecillos, abubillas, tarabillas, chochín, ruiseñor y el vistoso mirlo común. Otras comunidades faunísticas como anfibios, con la rana común, sapo común, salamandras y culebras de agua, entre los reptiles el lagarto ocelado, lagartija y culebra de herradura, invertebrados tales como mariposas; arácnidos; ortopteros, etc. Los mamíferos están representados por importantes poblaciones de cabra montés que encuentra su hábitat natural en la Res. Nac. de Caza de Sierras Tejeda y Almijara, juntamente con zorros, garduñas y conejos.