Buenas tardes.
De jueves a sábado de la semana pasada estuve en el municipio de Santiago-Pontones por motivos laborales. Tenía bastantes ganas de conocer, al fin, uno de los lugares más fríos de Andalucía y del que tanto se ha escrito en este foro, ya sea por las mínimas de Pontones, Santiago de la Espada y como no, de los Campos de Hernán Perea, que además de mínimas espectaculares tiene “algo” de místico.
Tanto el paisaje como el paisanaje son de categoría. El primero por el entramado kárstico de la zona con formas muy peculiares, los encajados valles fluviales que se abren paso entre las sierras, las aguas bravas que bajan por las tremendas pendientes, los bosques de pino salgareño, etc. El segundo por sus gentes muy amables y acogedoras, muy grata impresión me llevé de ellos, siempre dispuestos a conversar y echar una mano.
Tras esta pequeña intro paso directamente al viaje. Decir que no he podido hacer todas las fotos que me gustaría, es lo que tiene estar de currante y no de viajero, eso sí, me recorrí prácticamente de norte a sur y de oeste a este el inmenso término municipal que con 684 km2 se erige como el segundo por extensión de Jaén (tras Andújar) y el décimo de Andalucía. En la actualidad hay 35 núcleos habitados, la mayoría de ellos con menos de 80 habitantes. Me resultó llamativo lo “aislado” que se encontraban algunos de ellos (más de lo que me imaginaba), con ubicaciones en lugares recónditos a los que se llegaba tras un buen rato por carreteras estrechas y con el firme en malas condiciones. Las comunicaciones con el exterior tampoco es que sean gran cosa, tan sólo la A-317 que llega desde Puebla de Don Fradique y recorre transversalmente el término hasta salir por Hornos de Segura tenía cierta entidad. Quizás este factor, junto con su lejanía a las capitales de provincia (la más próxima es Albacete a unas dos horas en coche) o núcleos de una población mayor a 10.000 habitantes, sea el que contribuya en gran medida a que el entorno se presente de manera tan auténtica, al menos esa fue la sensación que yo me llevé, pues a pesar de las bellezas que encontramos por esa tierra el turismo es muy incipiente y limitado a períodos vacacionales de gran duración. En cada pueblito o aldea que visitábamos mi compañero y yo se nos quedaban mirando como si no hubiesen visto a alguien de fuera en mucho tiempo. Me imagino que toda la parafernalia de planos y aparatos que llevábamos contribuiría.
Sin más dilación paso a poner algunas de las instantáneas que realicé.
Amaneciendo cerca de Antequera, salimos de Sevilla a las 06:00 de la mañana.Un pequeño lenticular sobre Sierra Nevada, ya cerca de la localidad granadina de Guadix.Fuimos por la A-92 (Sevilla-Almería) hasta Cúllar para tomar dirección Huéscar, desde donde sale una carretera hacia Santiago de la Espada que queda a unos 50 km. En este tramo del camino me sobresalté al ver La Sagra, con sus cerca de 2.400 msnm, sobresalir del llano. Es una sensación indescriptible la que produce ver esa mole en el horizonte.Una vez llegamos a Pontón Bajo, lugar donde estableceríamos nuestro centro de operaciones, y habiendo dejado las cosas en el hotel, nos dispusimos a recorrer el entorno, teníamos poco más de dos días y muchos sitios a los que ir. La primera parada fue en la aldea de Fuente Segura, lugar donde nace el río que le da nombre. El manantial desde el que manan las aguas es de un azul verdoso y cristalino.Al fondo de la imagen podemos ver algunas de las casa de Fuente Segura.Vista general de Fuente Segura de Abajo.Encima el día acompañó en lo meteorológico, tras unas primeras horas del día donde predominaron las nubes altas, éstas fueron dando paso a los desarrollos con cúmulos bastante fotogénicos. Esto es lo que se podía observar desde Fuente Segura hacia el sur:Saliendo hacia Santiago de la Espada tiré otras cuantas de fotos a los desarrollos que iban creciendo por todos sitios.Desarrollos sobre la Sierra del Almorchón, cuya altitud culminante son los 1.914 del pico homónimo.Tras ver Fuente Segura y paseando por Santiago de la Espada me llamó la atención que muchas de las viviendas no estaban blanqueadas, si no a ladrillo visto. Pocos vehículos y muy antiguos, se palpaba que era una tierra humilde. Vistas a uno de los barrios altos de Santiago de la Espada, que con sus algo más de 1.300 habitantes es la mayor localidad del municipio.Los desarrollos seguían a lo suyo.De vuelta a Pontón Bajo. Ruedo agrícola en la ribera del Segura a las afueras.Al amanecer del día siguiente vuelta a empezar. En primer lugar recorrimos lo que las gentes de allí denominan las aldeas del Zumeta. Se trata de las pequeñas poblaciones, a excepción de La Matea que tiene algo más de entidad, ubicadas en el valle del Río Zumeta. Desde luego es un entorno con encanto, plagado de huertas, hay que aprovechar los pocos suelos disponibles para ello.En primer lugar la aldea de El Cerezo. Nuevamente empezaban a aparecer nubes de evolución, aunque algo más tempraneras que el día anterior. En la imagen se aprecia un cumulus humilis con un pequeño pileus.Los Atascaderos.Panorámica de parte del Valle con Los Teatinos al fondo y Los Atascaderos en primer plano. La Matea.Ahora nos dirigimos a la parte este y norte del término municipal que hace "frontera" con Albacete. Allí se encuentran las localidades de Vites, Tobos, Marchena, La Muela y Miller (entre otras). De Santiago de la Espada a Miller hay 25 km y tardamos unos 45 minutos, así os podéis hacer una idea de como era la carretera. Ésta va siguiendo al Río Zumeta que ahora discurre mucho más encajado.Miller. Su ubicación en medio de la montaña y del pinar es la leche, con perdónMiller se divide en dos partes, la alta y la baja, esta es la salida hacia la parte alta.Pura primavera.Pequeña calle de la localidad.Tobos.Llegando a La Muela.A la tarde, tras degustar unas truchas y cordero del terreno, nos encaminamos al extremo opuesto, concretamente a Cotorríos y Loma de María Ángela. Tardamos casi 2 horas desde Santiago. Nos topamos con el Río Guadalquivir en sus inicios y su primera intervención, el Embalse del Tranco de Beas.Río Guadalquivir en Cotorríos.El Embalse del Tranco de Beas.Para finalizar una foto que es parte de la identidad de Pontones.
Una maravilla de lugar, en todos los sentidos.
Saludos.