La pasada semana santa tuve el placer de disfrutar de la entrada fría más importante del invierno en el norte de Burgos. Pese a que mi destino era el valle de Mena, situado a baja altitud, pude ver la nieve durante varias horas el sábado y el domingo. En el mismo valle, pero también, y sobre todo, en los alrededores. Todo lo que era subir de los 700 metros se encontraba nevado, o comenzaba a nevar en cualquier momento. Fue impresionante ir a Espinosa de los Monteros trapeando y tener que dar la vuelta porque no veía un pijo y la carretera estaba ya blanca. Acojoning
. Resumiendo, nieve, lluvia, frío, y paisajes impresionantes.
El reportaje fotográfico comienza la tarde del jueves 25. Junto al área de descanso que ofrece una estupenda panorámica de la Ermita de San Felices (La Rioja) y la primera cadena montañosa de entidad que se cruza en todo el viaje por el valle del Ebro. Desde aquí pude observar ya los primeros cirros (eran preciosos) como abanzadilla de la entrada fría que nos iba a llegar horas después. El viento ya comenzaba a ser bastante fresco.
Ya en tierras burgalesas, unas panorámicas de la zona de Peña Angulo y las primeras nubes entrando (sin precipitación).
Primera panorámica del valle de Mena, con los montes de la Peña y el "Diente del Ahorcado".
Atardecer en el valle de Mena con los montes detrás. A estas horas estaba casi completamente despejado y la temperatura oscilaba entre 1 y 2ºC. La noche fue fría.
La mañana del viernes amaneció con nubes y claros, nubosidad pasando a toda velocidad pero seguía sin entrar precipitación. Fue una mañana bastante interesante en cuanto a nubosidad. Los vientos soplaban fuerte en altura y tan pronto como llegaban a la zona de las montañas condensaban y formaban nubes, nunca he visto la formación de estas nubes de forma tan clara como este valle.
Comenzaban a verse unas bonitas lenticulares
Conforme nos alejamos del valle de Mena hacia el pantano de Ordunte las lenticulares iban haciéndose con el cielo. Eran una pasada.
Una panorámica desde el pantano de Ordunte.
La excursión siguió con la subida a los valles pasiegos de Burgos. Esta zona es realmente impresionante, tanto por el paisaje (parece auténticamente Islandia) como por la fama de ser una zona completamente nivosa. No quedaba nada de nieve, aunque viendo los pastizales se notaba que allí cuando nieva, nieva. Así lo pudimos comprobar al día siguiente, sábado. El puerto de Estaca de Trueba, La Sía y Lunada ya estaban cerrados el sábado.
En estas fotos, desde la cima del puerto de Estaca de Trueba, el viento soplaba con muchísima fuerza, costaba trabajo mantenerse de pie con estabilidad para hacer la foto y apenas podía respirar
Por último os pongo unas fotos del intento de subida del sábado hacia estos puertos, ya que abajo se veía la carretera bastante bien. Hubo que dar la vuelta, evidentemente
La primera del valle de Mena, nevado a partir de la cota 700 aproximadamente
Estas ya son paisajes pasiegos blancos
Saludos