Anteayer pasé por la Sierra de Urbasa, en el Norte de Navarra. Concretamente por el puerto de Lizarraga en dirección a Estella (límite entre Urbasa y Andía).
Me llevé una sorpresa mayúscula al ver en las laderas del puerto, sobre en la parte de arriba, en donde hay menos suelo, una franja de hayas completamente amarillas. En toda la ladera había bastantes ejemplares de hayas con aspecto de secas, y las hojas de otoño avanzado.
Había hayas en que parte estaban secas, sobre todo las que daban al sur, quizás por el viento foehn seco y abrasivo, que se ha producido reiteradamente.
Pasado el puerto seguía produciendose el mismo fenómeno, con laderas enteras de hayedos y robles (quercus pubescens) completamente amarillos.
Aparte de los pastizales, que estaban increíblemente secos.
Una pena que no llevara la cámara.
Este fenómeno se repitió, aunque menos acentuado, en el valle del Iregua, en La Rioja, con laderas de robles de hoja amarillos.
Curiosamente por aquí, en Soria, no he visto aún esto.
Sin duda, es un claro síntoma que nos encontramos a una situación excepcional, un episodio de calor y sequía excepcional, sobre todo en el norte.
También me informan que en la Comunidad de Madrid, en la carretera de Soto del Real a Guadalix de la Sierra, más del 50 % de los rebollos estaban con las hojas marchitas amarillas como en invierno.
Impresionante.
Un saludo