La más organizada y espectacular de todos los tipos de tormentas
individuales, una supercélula, hizo su aparición en La Mancha el
día 8 de julio de 2005, gestándose como tal, al suroeste de la
provincia de Cuenca, desde un sistema tormentoso ordinario previo, para
posteriormente en dirección sureste, avanzar hacia las proximidades de
Albacete capital. Durante ese trayecto de al menos un par de horas, fue
fotografiada, incluidas imágenes de su “wall cloud” rotatorio
denotando la presencia de un mesociclón (en su seno una corriente de
aire alimenta la tormenta, con movimiento usualmente ciclónico
ascendente), y los efectos de tiempo severo asociados, como chubascos
torrenciales, árboles tumbados, inundaciones locales, etc. Las imágenes
de la red de radares de precipitación del INM/AEMET mostraron las más
altas reflectividades, en torno a 60 dbz, así como una peculiar
distribución de las descargas eléctricas nube-tierra, detectadas por la
red de sensores del INM/AEMET, caracterizadas por una mayor proporción
de rayos positivos, en contraposición de la proporción habitual en casi
todas las tormentas, que son negativos. Hay que recordar que, por norma
general, los rayos positivos son de mayor potencia que los negativos.
Destaca así mismo la gran velocidad de desplazamiento, desviándose a la
derecha del flujo director general del suroeste que guiaba al resto de
tormentas ordinarias presentes en sus proximidades, rasgo muy propio de
ciertas supercélulas estudiadas en los Estados Unidos, lugar donde en
mayor proporción se originan estas estructuras tormentosas.
Realmente, casi sería más apropiado bautizar todo este proceso
tormentoso como “made in Ciudad Real”, ya que fue allí donde se
originó el germen de la historia que viene a continuación, aunque el
“plato fuerte” ciertamente arranca en la provincia de Cuenca:
17:46 hora local. Alcázar de San Juan (Ciudad Real) se ve ensombrecida
por un colosal yunque tormentoso, un chaparrón de grandes gotas golpea
los suelos resecos de la abrasada llanura con temperaturas por encima de
los 35 ºC, y fuertes truenos retumban todo el ambiente. A esta hora todo
listo y en posición “de combate” para la posible cacería de esa
tarde…
Apenas tres cuartos de hora antes, el satélite polar de NOAA (fuente:
DLR) evidencia claramente como se estaba formando esta misma tormenta por
las sierras mas orientales de Montes de Toledo (circunferencia), y que
poco después con leve movimiento noreste alcanzó Alcázar de San Juan,
localidad adjunta a estas sierras. Otro detalle a tener en cuenta es la
abundante nubosidad de estancamiento que aparece por la vertiente
mediterránea próxima a la costa, denotando un flujo marcado de levante
húmedo.
A la vez que sigue su desplazamiento hacia el noreste, se intensifica en
forma de multicélula según el radar de INM/AEMET, mi trayectoria es
paralela, siguiendo en estrecha cercanía su núcleo.
Aparentemente sigue ganando fuerza y con su imparable ruta hacia el
noreste, cruza a la provincia de Cuenca, y las bases nubosas adoptan
formas bastante llamativas. Atención, no perder de vista esta estructura
nubosa de la foto, apareciendo por las cercanías de la población de
Santa María de los LLanos, poco después evolucionaría… y de que
forma…
Varios kilómetros más hacia el noreste, poco tiempo después, la
evolución de la situación se tornaba rapidísima, y muy cerca del
pueblo de Belmonte (Cuenca), no podía dar crédito, ante mis ojos tenía
un mesociclón (wall cloud) con signos rotatorios formándose, al fondo
unas cortinas de precipitación impresionantes iluminadas por el sol y
enormes truenos, todo esto como telón de fondo… aquí estaba, una
escurridiza supercélula en fase inicial.
¡Tempestad de movimientos! Sin demasiadas reflexiones, el primer impulso
fue de meterme justito debajo de esta maravilla, y de hecho mi
trayectoria directamente era esa, además la posibilidad de aparición de
un tornado era muy excitante; esta imagen muy cerca de mi “objetivo”.
El reloj marcaba las siete de la tarde…
… Y precisamente a las siete de la tarde, el satélite Meteosat
ofrecía esta imagen por el canal visible, donde se ve claramente un
prominente “overshooting top” sobresaliendo por encima de la extensa
nubosidad del yunque (anvil), muy revelador, elemento típico de una
supercélula, aunque tambien se puede presentar en células tormentosas
no supercelulares (fuente: Universidad de Ulm).
Siguiendo la trayectoria marcada, casi debajo prácticamente, cada vez
más oscuro, de repente, una impresionante y torrencial tromba de agua
acompañada de fuertes rachas de viento, se abate sobre mí, gotas de
tamaño descomunal bombardean mi coche y toda la superficie, visibilidad
casi nula, no me queda mas remedio que continuar por la carretera como
buenamente puedo. Entre las localidades de Belmonte y Villaescusa de
Haro, incluso llega un momento que yo y el resto de vehículos que por
allí nos encontrábamos, tenemos que parar en el arcén con las luces de
emergencia porque conducir en esas condiciones resultaba temerario;
totalmente inerme y a merced de los elementos, sin capacidad de
reacción, si llega a hacer acto de presencia pedrisco de grandes
dimensiones (que no lo hizo en ese momento) hubiera golpeado a gusto y
con total impunidad, pudiendo causarme daños al vehículo, repito sin
capacidad de reacción, impedido para circular. Una situación embarazosa
que hay que evitar en lo posible si es que apreciamos nuestro vehículo…
Los campos se estaban inundando rapidísimo, algo lógico ante tan
desproporcionado chaparrón.
Contrastes impresionantes, el cerrado ambiente torrencial abrazando los
dorados rastrojos recién recolectados…