Bueno, la verdad es que es una lluvia de estrellas poco animada en comparación con otras (las Perseidas, por ejemplo, son más abundantes...), pero también es cierto que los fragmentos que las originan suelen ser bastante más grandes, dando lugar cada cierto tiempo a algunas muy brillantes, similares a pequeñas bolas de fuego en vez de puntitos, como suele ser habitual.
Eso sí, hay que estar atento porque es raro ver más de una o dos en periodos de unos pocos minutos.