El viernes 16 de julio, mediada la tarde, el cielo se cubria y crecian "magdalenas" muy sospechosas, estando yo disponible ví que era mejor empezar a moverse porque habia posibilidades de kazar algo tormentoso, total que cogí el "car" y decidí encaminarme hacia el Carrefour de Alcázar de San Juan ya que hacia tiempo que necesitaba una tarjeta de memoria de mas capacidad para la cámara y total... como además era allí donde el cielo parecia prometer mas...
, no ví ningún inconveniente en enfilar para allá... y allí me presenté.
Un garbeo rápido, conseguí la tarjeta y sin perder mucho tiempo finalicé mi compra, nada mas pasar la compuerta principal, de sopetón me sorprendió el panorama, que habia evolucionado muy rápido... cielo casi cubierto, totalmente gris, una notable oscuridad, habian caido algunas gotas, las cuales unidas al gran calor existente provocaba una sensación como de una flama ardiente y húmeda que ascendia desde el suelo en medio de una calma casi total, a lo que se unia el olor de esas primeras gotas, intensísimo, a tierra mojada, que literalmente te traspasaba la pituitaria. ¡BRRRRUUUUUUUMMMPT...! inesperadamente un gran trueno acompañado lógicamente de un señor rayo no muy lejos... esto ya sí que provocó que mi paso se acelerara hacia donde tenia el coche aparcado, esta situación exigia con premura el ponerle la tarjeta a la cámara en sitio resguardado y seguro; precisamente preveyendo que algo así pudiera ocurrir situé antes de entrar el coche en una de las plazas bajo cubierto pero en un flanco exterior, para que ningún otro vehículo me quitara visión en caso necesario
.
Total que ya en el coche inmediatamente procedí a insertar la nueva tarjeta en la cámara ¡Me faltaban dedos con el nerviosismo metido en el cuerpo para ponerla y tener lista la cámara en segundos! cayendo mientras tando algunos rayos cerca. ¡Lista!, no hago nada mas mirar hacia el oeste y me quedo mudo ante lo que veo... emergencia, alarma activada, ¡¡¡NOIIII... NOIIII...!!! ¡¡¡CHANG-CHANG-CHANG...!!! ¡¡¡Chsssist, chsssist, que viene, que viene... chsssist, chsssist, que viene, que viene...!!!
Imparable hacia mi, ya caian los primeros gotazos gordos mojando abundantemente el pavimento, y todo el horizonte oscurecido... prácticamente ya la tenia encima... eran las ocho y diez de la tarde...
No tuve que esperar mucho, al instante el cielo se me desplomó, caia agua a chorro tendido... y yó exaltado dentro del coche con la ventanilla bajada, resguardados los dos por el tejado protector del párking, fijarse en el fondo del horizonte totalmente opaco y gris oscuro plomizo ¡El diluvio universal!
Eso sí, fué brevísimo, a lo sumo tres o cuatro minutos, su desplazamiento oeste-este era rápido, aquí se vé como se abrian prontamente claros hacia el oeste y disminuia la intensidad de precipitación, en todo momento solo ví agua, de todas formas caian aún grandes gotas como se puede ver en el suelo y del desagüe de las cubiertas manaba un gran caudal.
En esta imagen del radar INM de las ocho y veinte hora oficial, mas o menos bajo esa mancha de tonos verdes y amarillos que está plantada en el extremo noreste de la provincia de Ciudad Real, me encontraba yó
Próntamente, tras alejarse la tormenta hacia el este-noreste, se me ocurrió la idea de dirigirme hacia una colina cercana coronada de molinos de viento, imaginaba que desde allí captaria buenas perspectivas. Y así era, primero, esta visión hacia el este desde dicha atalaya. Se veia perfectamente como la nubosidad convectiva crecia con bases bastante altas, muchas veces a partir de altocúmulos, como estos cúmulos que parecen derivados de
Altocumulus castellanus (Altocumulogenitus)A este molino le gustó la idea de hacer compañia a tal peculiar nubosidad...
La dirección sureste tambien tenia algo que ofrecer, con estas moles.
Los Montes de Toledo, hacia el oeste-suroeste tambien se encontraban oscurecidos por las sombras de tan ilustres gigantes, brevemente iluminados por algún rayo de sol furtivo.
Los Montes de Toledo seguro que gozarian viendo sobre sí este bello juego de luces, sombras y cálidos tonos herrumbres, cuando el sol ya empezaba a declinar.
Gran parte de la precipitación que se veia, se quedaba con las ganas de llegar a suelo, tal como se aprecia en estas
Virgas recortadas sobre el fondo incandescente del final de la tarde.
La oscuridad de los momentos anteriores al ocaso se enseñoreaba de los amplios dominios de la llanura, amenazando cualquier desenlace... aún así parece desafiante esta formación de molinos de viento guardando a sus pies la localidad de Alcázar de San Juan.
Avanzada la jornada, la oscuridad va ganando terreno, dejándose perfilar todavia algún
Capillatus de bordes deshilachados hacia el suroeste.
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