La mancha solar 798 explotó el martes dos veces y ha lanzado 'eyecciones de masa coronal' hacia la Tierra que dieron lugar a tormentas geomagnéticas o auroras en latitudes altas, como Alaska y Canadá, y a perturbaciones en los satélites de comunicaciones.
Según informó la NASA en su página web, las explosiones ocurridas el martes han provocado 'eyecciones de masa coronal', que ocurren cuando un filamento eruptivo en la activa superficie del Sol arroja una enorme burbuja de plasma magnético hacia el espacio.
El 18 de agosto, la mancha solar 798 no existía y en menos de 24 horas creció hasta alcanzar el tamaño de un planeta gigante.
Las erupciones solares y eyecciones de masa de la corona que son enviadas al espacio interplanetario, si se dirigen hacia la Tierra, a donde llegan a los pocos días de tener lugar la explosión, pueden producir tormentas geomagnéticas, destruir los circuitos electrónicos en los satélites y dañar las comunicaciones.
La Tierra se encuentra protegida por un escudo magnético, la magnetosfera, que evita los efectos letales de las explosiones solares y los efectos radiactivos de las auroras.
Las manchas solares se producen porque la energía remanente se retuerce y explota en campos magnéticos, aunque estos son rápidamente restituidos y recompuestos.