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SLIDELL, Estados Unidos (CNN) -- La tormenta tropical Bill golpeó la costa de Luisiana el lunes por la tarde, descargando intensas lluvias que inundaron las partes más bajas de la región, y ráfagas que desencadenaron dos tornados posibles en la región de Nueva Orleáns, dijeron meteorólogos y funcionarios del estado.
En la localidad de Reserve, unos 23 kilómetros al oeste de Nueva Orleáns, dijo el meteorólogo Glenn Buckland, del Servicio Meteorológico Nacional.
Las autoridades ordenaron evacuaciones en la zona costera del estado de Mississippi, mientras los residentes de Grand Isle, en Luisiana, quedaron aislados cuando las corrientes superaron el nivel de la única carretera de conexión con tierra firme.
Las intensas lluvias se desataron en toda la costa del Golfo de México hasta la región oeste del estado de Florida cuando Bill tocó tierra en Morgan City, Luisiana, y sus efectos se esparcieron hacia el este.
La tormenta, que se formó el domingo frente a la península de Yucatán, en México, tenía vientos sostenidos de hasta 96 kilómetros por hora, pero el Centro Nacional de Huracanes en Miami levantó la alerta de huracán, indicando que no se esperaba que Bill se fortaleciera hasta alcanzar fuerza de huracán.
Un pescador también alertó sobre un tornado en el distrito de Plaquemines, al sudeste de Nueva Orleáns, dijo Buckland.
"La tormenta ya está comenzando a tocar tierra y a avanzar tierra adentro", afirmó. "Existe el potencial de más lluvias adicionales y algunos chubascos y algunos tornados", dijo.
El gobernador de Luisiana, Mike Foster, declaró la emergencia en todo el estado como una "medida de precaución", para que los recursos del estado estén fácilmente disponibles si fuera necesario, dijo el portavoz del gobernador, Steven Johnson.
El gobernador Ronnie Musgrove de Mississippi también declaró el estado de emergencia para los condados costeros de Harrison, Hancock y Jackson, dijo el portavoz John Sewell. La Dirección de Administración de Emergencias de Mississippi ha habilitado refugios en los tres condados.
Los habitantes de las zonas más bajas de los tres condados recibieron una orden de evacuación alrededor de las 16.00 (21.00 GMT), dijeron funcionarios de emergencias locales.
El Servicio de Meteorología Nacional dijo que las tormentas podrían venir acompañadas de ráfagas de hasta 112 kilómetros por hora, junto con lluvias torrenciales.
La primera tormenta tropical del año, Ana, se formó a mediados de abril, casi dos meses antes de que comenzara la temporada atlántica de huracanes el 1 de junio, pero se disipó en el mar sin tocar tierra.
Meteorólogos del servicio oficial han predicho una temporada de huracanes más agitada que lo habitual para este año, con entre 11 y 15 tormentas y de seis a nueve huracanes. Se anticipa que al menos dos se conviertan en huracanes grandes, con velocidades de hasta 177 kilómetros por hora.