tema interesante este, el de la gestión de la madera muerta... y también las aportaciones que habeis hecho lo son,
yo creo que la madera muerta es un elemento más del bosque, como cualquier otro. Que es imprescindible para mantener los ciclos de nutrientes y que muchas especies dependen del mismo, tanto vertebrados como invertebrados, a veces muchos de ellos con estatus de amenaza. Se pueden poner ejemplos, ahí están los Libros Rojos del Magrama. La madera muerta es una de las señas de identidad de los bosques viejos, maduros, que es a lo que debería tenderse pues es a lo que tienden los bosques de forma natural.
Y además de todos los beneficios indirectos que nos ofrece la madera muerta, es un recurso que puede aprovecharse de modo racional, y darnos beneficios directos, puestos de trabajo a la población local, que a su vez ayuda a afianzar o a generar un vínculo entre la gente y el bosque.
dani comentaba, o me ha parecido interpretar de sus palabras, que hay cierta tendencia a "ajardinar" y "domesticar" los ecosistemas forestales. Y que estos ecosistemas están adaptados a estas perturbaciones, como a otras. Bueno sobre la domesticación y ajardinamiento yo voy más allá, creo que no solo es tendencia, es la norma. Por mi experiencia, los gestores tratan a los bosques no como ecosistemas sino como montoneras de árboles llenas de suciedad (matorral, madera muerta, alimañas) que no saben cuidar de sí mismas y hay que llevar de la manita, como a un niño pequeño. Detestan el concepto de ecosistemas como sistemas autónomos y autosuficientes. Cuando alguien con esa mentalidad decimonónica y manipulada ocupa un puesto de responsabilidad y maneja presupuestos, podeis imaginar el resultado. Un desastre: retirada del 100% de la madera muerta, retirada de todo el matorral (la "maquia, el ecosistema mediterráneo por excelencia, sería definido como "suciedad" sin más, por estos "expertos") mediante empresas, introducción de especies exóticas y defensa a ultranza de estas plantaciones, por encima de la vegetación autóctona que trata de recuperar su terreno perdido... para rematar, estas actuaciones las realizan con empresas no relacionadas con la población local, así que no hay beneficio para la misma y no se afianzan los vínculos de la gente con sus bosques. Es difícil hacerlo peor, pero así se hace en algunos lugares de la península. Espero que no sea la norma y otros tengais mejores experiencias.
Volviendo a la gestión de la madera muerta, la situación a día de hoy es de una gravísima escasez de la misma en los bosques, por una gestión equivocada durante décadas, y por un exceso de extracción.
Por tanto, yo creo que un repentino aumento de madera muerta disponible en los bosques no debe ser tomado como un problema sino como una oportunidad. Una oportunidad para restablecer los ciclos de nutrientes, para frenar el empobrecimiento de materia orgánica de los suelos, y para frenar el declive de muchas especies que dependen de la madera muerta para su supervivencia y que van camino de la extinción si la gestión de este recurso continua realizándose tan mal. Y es un recurso que puede junto a muchos otros generar empleo local, afianzar vínculos con el bosque y sus habitantes, y ayudar a sostener economías maltrechas en estos momentos tan lamentables.
La madera muerta y seca no es fuente de plagas. Los insectos que se alimentan de madera muerta y seca son específicos de ese tipo de madera. Los árboles vivos debilitados sí son vectores de propagación de insectos que, gracias a la abundancia repentina de ese recurso, proliferan y forman lo que se viene a llamar plaga, que puede afectar a árboles en principio sanos. Pero los insectos especializados en consumir madera muerta no afectan a madera verde. Con esta mentira se viene jugando desde hace décadas por parte de los "expertos" gestores para engañar a la gente y sacar, por ejemplo, toda la madera de una zona incendiada, lo que es un negocio cojonudo para unos pocos, pero es a su vez una completa y absoluta aberración ambiental que no hace más que aumentar el daño del propio incendio, agravar los fenómenos erosivos y hacer mucho más lenta la recuperación de la zona afectada.
En resumen comparto lo dicho por Javalambre y otros, retirar aquellos troncos que puedan dificultar actuaciones de emergencia (incendios) y dejar el resto para restaurar los ciclos naturales, planificando y ordenando racionalmente su posible uso para no esquilmarlo nuevamente (dejando siempre un porcentaje mínimo de pies no extraibles) y generar beneficio local. En ciertos lugares, alejados de poblaciones, sería bueno dejar algunas zonas libres de cualquier intervención, donde la evolución natural pueda seguir su curso. En cierto modo algunos tipos de Espacios Protegidos ya siguen este modelo y pienso que es acertado.
Hay otra cuestión... si ciertos ecosistemas forestales se han vuelto, quizá, excesivamente densos, es porque en ese ecosistema faltan "esbalones" desaparecidos por persecución humana... sin hervíboros silvestres un ecosistema no funcionará correctamente... como sin madera muerta. Es necesario restablecer todos los elementos... es necesario un nuevo modelo de gestión de los ecosistemas, donde científicos, gestores y población local estén conectados. Y hay gestores que no están preparados para ello ni en broma quieren oir hablar de tal cosa.
Disculpad la extensión.