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Villamartín y la zona rural de Jerez sufren un tornado
La localidad serrana padece numerosos desperfectos, al igual que las instalaciones de la Yeguada Militar, en el jerezano Cortijo de Vicos
DE CUAJO. Imagen del kiosco que fue arrancado, con una persona en su interior, por un tornado en Villamartín
SIERRA/JEREZ. La fuerza de un tornado dejó la noche del lunes cuantiosos destrozos materiales en casas, coches, muros, mobiliario urbano y decenas de árboles en Villamartín, en lo que fue el segundo fenómeno de estas características que castiga a la población en menos de un año. Alrededor de las nueve y cuarto de la noche, el viento huracanado, con una velocidad que alcanzó más de 180 kilómetros por hora, recorrió en menos de 30 segundos más de un kilómetro, atravesando el municipio y dejando a su paso un reguero de daños y a un vecino con heridas leves a consecuencia de la rotura de cristales.
El foco de este fenómeno atmosférico se situó en las zonas más altas de la población, concretamente en el entorno de Torrevieja, para desplazarse posteriormente hacia la Avenida de la Feria y la Alameda de la Diputación, donde causó los mayores desperfectos. Tras los primeros momentos de confusión, efectivos de la Policía Local, Bomberos y los servicios técnicos municipales pusieron en marcha un plan de emergencia en el que participaron alrededor de 50 personas para retirar de la vía pública trozos de cornisa, señales de tráfico, cartelería, contenedores y árboles desplazados, y para atender a los numerosos vecinos que se echaron a la calle presos del pánico.
La Avenida de la Feria, centro neurálgico del pueblo, presentaba ayer un panorama desolador en sus edificios y en la frondosa arboleda que literalmente voló por los aires. El tornado y la intensa lluvia se llevó por delante, incluso, la balconada de un cuarto piso, situado en el inmueble número doce, arrojando al suelo la estructura metálica y uno de los sillones que conformaban la estancia. Por suerte, en el momento del siniestro los propietarios de la vivienda se habían desplazado hacia otra zona del hogar y ningún viandante se encontraba en las inmediaciones. Momentos dramáticos también se vivieron en los aledaños de la Alameda de la Diputación, sede de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, cuando el tornado arrancó de cuajo un kiosco de golosinas con su propietario en el interior, que fue rescatado ileso por varias personas.
A lo largo de la jornada de ayer, el fenómeno atmosférico fue el centro de las conversaciones en comercios y bares, mientras vecinos y curiosos se acercaban al lugar para contemplar in situ lo insólito del suceso. Un hombre de mediana edad narraba, con el miedo aún metido en el cuerpo, cómo en un instante se escuchó estrepitosamente la rotura de cristales, mientras una mujer comentaba que "lo vivido no se acerca ni de lejos a las películas", cuando observaba que la fuerza del viento tiraba a un conductor de su ciclomotor.
Durante todo el día se sucedieron las tareas de limpieza para volver a recuperar la normalidad, mientras los servicios técnicos municipales, ayudados de una dotación de los servicios de emergencias del 112 de la Junta de Andalucía, se afanaban por iniciar la valoración de los daños.
El alcalde de la localidad, José Luis Calvillo, confesaba ayer su impresión del hecho, que calificó de "catastrófico", si bien mostró su satisfacción por no tener que lamentar víctimas. La oficina de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Villamartín ha abierto un plazo de cinco días para que los damnificados puedan presentar todos los datos correspondientes de los daños causados.
Por su parte, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, José Antonio Gómez Periñán, acudió en la tarde de ayer a Villamartín para mostrar su solidaridad con los ciudadanos y anunciar su compromiso de prestar toda la ayuda necesaria para sufragar los daños dejados por el tornado. Goméz Periñán explicó que en todo momento la Junta ha estado en coordinación con el Ayuntamiento para evaluar la situación de excepcionalidad a través del servicio de emergencias regional 112. De momento, el mencionado servicio está valorando el alcance de los daños.
En el resto de la Sierra de Cádiz las últimas lluvias no han provocado incidencias reseñables, ya que las precipitaciones se están registrando por el momento de forma continua pero con una intensidad moderada en la mayoría de los casos. Como suele ser habitual en la zona, Grazalema es la población que mayor índice pluviométrico presentaba en las dos últimas jornadas. El domingo se contabilizaron 44,5 litros por metro cuadrado, mientras que entre el lunes y primeras horas de ayer las lluvias habían dejado en el municipio 38,5 litros, con lo que se sumaban ya más de 80 litros por metro cuadrado. En Ubrique, desde las ocho de la tarde del lunes hasta las ocho de la mañana de ayer martes se habían contabilizado 22 litros por metro cuadrado.
Mientras, en Jerez se registró ayer, entre las diez y las diez y cuarto de la mañana, una auténtica tromba de agua que dejó 22,3 litros por metro cuadrado, según el observatorio meteorológico del aeropuerto, lo que causó problemas de tráfico en la circunvalación de la ciudad, actualmente en obras. Sin embargo, lo peor había pasado la noche anterior, cuando un tornado arrasó las instalaciones de la Yeguada Militar en el Cortijo de Vicos, muy próximo a la pedanía arcense de Jédula. Techos, árboles centenarios, estructuras metálicas y paredes fueron destrozados en apenas unos segundos. Según las primeras valoraciones del jefe de la Yeguada Militar, el coronel Francisco Javier Velázquez, la reconstrucción de Vicos tendrá un coste aproximado a los 300.000 euros (unos 50 millones de las antiguas pesetas).
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