Es una idea de lo más curiosa porque, realmente, esta temperatura, éstas pequeñas estufas que somos todos los seres vivos se lo debemos...al sol y a nuestro planeta con su campo gravitatório. ( Sin él, el espacio sería un yermo frio a prácticamente 0º K). Somos el resto de violentos intercambios de energías en la interfase del planeta con el espacio. Tormentas, terremotos, sequias, temporales, cciclones... todo ello produce los intercambios necesarios para el zarzillo de la vida, aprovechando los excedentes de estos intercambios.. y como una palanca los devolvemos terraformando el planeta. Toda forma de vida lo hace, no solo nosotros. He ahí, pues, lo curioso : aprovechamos los desechos energéticos de los grandes fenómenos generados por la termodinámica terrestre para, levantándonos sobre ellos, influir sobre el propio planeta. Y ahí no discuto sobre si bien o si mal. Sino que somos una espécie de condensadores de energia. Por nosotros mismos no somos nada como fuente de calor. Pero podemos actuar de palanca y mover montañas. Literalmente.
Un saludo cordial