Este pasado domingo conseguí subir por primera vez a un Tresmil al cual le tenía bastante ganas, el Gran Astazu, cima con excepcionales vistas a la cara norte de Monte Perdido, y a otros macizos importantes como el Vignemale o Posets. La principal razón de no haber subido antes a esta cima es el fuerte desnivel que hay que salvar desde el Valle de Pineta. Esta vez me anime a realizar la subida ya que las condiciones iban a ser muy buenas: riesgo prácticamente nulo de tormentas y flujo de norte que deja una atmósfera nítida y limpia, perfecta para realizar buenas fotografias. Tiempo por lo tanto estable y prácticamente despejado, con viento moderado de componente norte en zonas expuestas, que dejaban un ambiente suave y agradable en alta montaña, perfecto para una jornada exigente, con el calor muchas veces suelo sufrir, pero con ambiente fresco me suelo venir arriba. Uno de mis temores era que hubiese muchísima gente en la zona, como el pasado fin de semana por la ruta Balneario de Panticosa-Tebarray, pero por sorpresa había muy poca gente, desde el Ibón de Marboré hasta el Gran Astazu no me cruzaría con más de 10 personas. Tanto el Glaciar de Monte Perdido como el de Ossoue muestran bastante hielo, aunque da la sensación que el primero esta mejor que el glaciar francés, y ojo, que si septiembre viene cálido el principal perjudicado será el Glaciar de Ossoue debido a su orientación, ya que los glaciares de Aneto-Maladetas y Monte Perdido, pese a que puedan llegar aún jornadas calurosas, tienen a su favor una insolación ya discreta en septiembre.
Las fotos
Pico Cilindro (3328 m)
Hacía el Circo de Gavarnie
Tresmiles de Panticosa y Vignemale
Hacía el Pirineo Occidental. El factor altitud se nota al final del verano, y los neveros son ya escasos en este sector del Pirineo.
Glaciar de Monte Perdido
Zona de acumulación
Zona crítica del glaciar
La Munia (3133 m)
Vignemale
Glaciar de Ossoue
Garmo Negro (3066 m) e Infiernos (3082 m)
Taillón (3144 m)
Aunque lleve ya muchas visitas al Valle de Pineta, nunca me dejará de impresionar esas paredes verticales, y dentro de poco empezará un nuevo espectáculo pero a nivel meteorológico, el efecto congelador del valle, especialmente notorio de noviembre a febrero.