Así lo cree al menos Craig Skinner, un británico especialista en bodas, paisaje y astrofotografía que ha realizado un vídeo explicando como para él la fotografía puede funcionar como antidepresivo: “Para mí, la fotografía es una vía de escape. Ofrece una salida creativa que normalmente es difícil de encontrar en la vida cotidiana. Este tipo de liberaciones creativas a menudo pueden ser mucho más satisfactorias que disfrutar de unas cervezas o de un atracón de series en Netflix”.
El vídeo forma parte de una serie de cortometrajes que pretende realizar bajo el lema “La fotografía es…” y donde quiere explorar qué significa este arte para la gente y cuáles son sus beneficios e inconvenientes. Y el primero es este en el que explica una parte de los efectos beneficiosos de esta afición en su blog, siempre desde su punto de vista personal.
“Incluso si es solo durante un minuto o dos al día, hacer fotos es una oportunidad para concentrarse en algo creativo. Enfocarse en hacer algo hermoso, y no porque tengamos que hacerlo, sino porque queremos hacerlo”, cuenta el fotógrafo. Para él, saber cuál podría ser el resultado final de la toma, incluso sin haber sacado aún la cámara, puede hacer que su cara esboce una sonrisa.
La clave para él es que todos los aspectos de la fotografía le permiten olvidarse de todo lo demás y aliviar las tensiones y el estrés del día a día. Comenzando por el momento de explorar algún lugar en busca de una buena ubicación para la foto, siguiendo por el momento de concentrarse en la configuración adecuada para una toma y los rituales habituales que se realizan antes de hacer una foto.
Incluso sacar la cámara de la bolsa, decidir la óptica correcta para el momento (sopesando los pros y contras de cada una de ellas), ajustar el enfoque, el ISO, la velocidad de obturación y decidir la composición correcta son todo ello pasos que ayudan a olvidarse del estrés.
“Siempre he encontrado que salir al aire libre ― continúa Craig― disfrutar de la situación que estoy captando, y luego centrarme en los aspectos técnicos de la toma y realizar el disparo realmente puede ayudar a amortiguar los pensamientos negativos y la depresión y actuar casi como un reinicio mental”.
El fotógrafo confiesa que la fotografía a veces puede ser una experiencia solitaria pero que le gusta disfrutar de la sensación de tener el control sobre lo que está haciendo sin dejarse influir por las distracciones externas: “Sentarme en una ladera en medio de la noche, mirando las estrellas, anticipando qué es lo que podría capturar con mi cámara es un sentimiento muy relajante. Simplemente me permite estar en el momento y realmente apreciar lo que estoy haciendo”.
Esto se complementa cuando vuelve uno vuelve a casa, cuenta dónde ha estado y enseña las fotos: “Creo que no estar deprimido no significa que estés feliz y bailando con una sonrisa en la cara, sino que simplemente estés satisfecho con lo que tienes en ese momento”.
https://www.youtube.com/v/QIAfhODAgT4
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