Hola! Qué tallll... amiguitos del progressive
Bueno, ya en serio, aquí os traigo la primera remesilla de fotos del viaje que tuve oportunidad de hacer la primera semana de agosto. Viaje que estuvo muy bien, corto e intenso, sin tiempo a ver casi nada, pero lo suficiente, y que me hizo perder una tormenta supercelular con pedrisco histórico y posible tornado en Los Isidros (Requena), el 2 de agosto.
En fin, al grano... Salimos en autobús el lunes 1 de agosto alrededor de las 5 de la madrugada, porque servidor se quedó sobao, y no veáis que bronca del chófer... Nunca me había pasao eso a mí...
. En fins, tras muchas horas de autobús, llegamos a Annemasse, cerca de la frontera Suiza, e hicimos noche. Al día siguiente salimos hacia Berna, bonita ciudad, con cierto aire francés e italiano a la vez. No sé, yo me explico y bailo solo
. Estuvo todo el día lloviendo, y entre que iba con la memoria justa en la cámara (me la reservaba para lo gordo, que estaba en Austria y otros lugares) y la lluvia, no saqué fotos.
Por la tarde salimos hacia Austria y llegamos a Siefeld ya de noche, cerquita de Innsbruck, en el Tirol. Allí hay muchos pequeños núcleos habitados, al pie de las pistas de esquí, y de los pastos para las vacas. Elevado nivel de vida, buenísimas infraestructuras, buenísimas comunicaciones por carreteras, caminos, y tren, a pesar de las dificultades orográficas... Mucho orden, sumo cuidado del entorno, preciosas casas y hoteles (que eran grandes casonas de montaña). En fin, una pasada. Tras una deliciosa cena, a la camita. Habitaciones superacogedoras... demasiado, pa estar con una chicona en temporada de esquí, y esquiando
.
Y ahora sí, las fotos... LLegamos al miércoles 3 de agosto y la primera excursión es: Salzburgo.
Ciudad agradable para vivir, pequeñita, tranquila, turística... No demasiado monumental... todo bastante sencillo.
La primera foto, cómo no, en la
Plaza de Mozart, con la
Estatua de Mozart, de
1842, obra
de Ludwig von Schwanthaler. Lugar ideal para escuchar el carillón del palacio episcopal, que por desgracia no pude hacer, ya que según las zonas los carillones suenan a determinadas horas (los carillones son muy típicos en las regiones centroeuropeas, y es un encanto verlos):
En muchas ciudades centroeuropeas, la música está presente en las calles... y Salzburgo no iba a ser menos. Original interpretación de conocidas obras de Mozart usando las copas y las manos:
Camino de los
Jardines de Mirabell, nos encontramos con el
Río Salzach, que da nombre a la ciudad:
Y lo cruzamos... El puente tenía a lo largo de su recorrido pequeños altavoces, con música ambiental, cómo no, de Mozart:
Y desde el puente, foto a la fortaleza de Salzburgo: el
Hohensalzburg. Sin duda, muy bien conservada, aunque con poco ambiente medieval, y ni por asomo la más grande de Europa.
Llegamos a los
Jardines de Mirabell... bonitos e inspiradores (el Mozarteum queda muy cerquita), pero... me supo a poco, esperaba bastante más. Foto a la fortaleza desde los mismos:
Aquí la foto de rigor a los colegas de viaje, también músicos... El
Mozarteum. Gran presencia de alumnos chinos y japoneses... y bastantes grietas en su interior... como todos los conservatorios... si ya lo dice la palabra...
Decidimos subir a la forteleza con el funicular... Clavada de
9 euros (aunque incluye entrada gratis a todos los museos) y para arriba. Interesantes museos en su interior de marionetas, armas... con una inmensa cola para entrar... solo ví el de marionetas... Almuerzo en una posta dentro del recinto amurallado (mucha tranquilidad en el servicio, todo hay que decirlo), y foto panorámica de la ciudad:
En resumen, ciudad interesante para saborearla y conocerla con tiempo, es decir, viviendo allí, y vivir tranquilo, con suficientes ofertas culturales y de ocio como para no pasar un fin de semana encerrado en casa.
Próximo reportaje:
Viaje a Austria - Parte II: Innsbruck y alrededores