Buen viaje, sí señor.
Un viaje de trabajo, y no cómo esos que se van por ahí nada más que a gastar y no hacer ná.
Muy guapos los blancos acantilados de Dover.
Curioso también que en Francia vuelca un camión y sigue el tráfico normal, en España vuelca un cochecín y se arma la de Dios, lo mismo que cuando nieva,
Saludos.