Aunque no se sabe gran cosa sobre estos seres, se estima que vivieron antes de que la Antártida se helara, hace más de 35 millones de años.
El lago de Vostok, situado en el corazón de la Antártida a más de 4.000 metros de profundidad bajo una capa de hielo, podría albergar bacterias tan antiguas "como la propia vida", según el profesor Jean Robert Petit, director del Laboratorio de Glaciología y Geofísica del Ambiente del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Grenoble (Francia), que expuso en el Foro CosmoCaixa las últimas conclusiones sobre hielo fósil de este lago.
Aunque se trata de un ambiente "extremo", los últimos estudios, basados en métodos de biología molecular y análisis de ADN, prueban la existencia de bacterias en el entorno del lago, explicó Petit. Los investigadores, añadió, no saben gran cosa sobre estos seres, aunque se estima que vivieron antes de que la Antártida se cubriera de hielo, hace más de 35 millones de años.
Estas bacterias serían así "tan antiguas como la propia vida o el mundo", afirmó Petit, quien relató su sorpresa al comprobar que se trataba de seres vivos no presentes en ambientes fríos. Este hallazgo puso al investigador sobre la pista de otra de las conclusiones sobre el lago, y es que, al parecer, la vida en este paraje se reprodujo en las profundas fisuras que rodean el lugar, donde podría haberse desarrollado algún tipo de agua termal.
De hecho, restos de este mismo tipo de bacterias sólo han sido encontrados en dos puntos de similares características, el géiser del parque estadounidense de Yellowstone y otro de igual naturaleza situado en Japón.
El profesor atribuyó este descubrimiento a las investigaciones realizadas en los sedimentos del lago, algo que ha sido posible gracias a que su agua se hiela de manera paulatina, subiendo a la superficie parte de lo que alberga en sus fondos.
Por su parte, el vicepresidente del Comité Científico para la Investigación en la Antártida, Jerónimo López, anunció en CosmoCaixa que próximamente se realizará una perforación que llegará hasta los 50 metros de profundidad.
El científico español destacó el papel que este agua juega para conocer más sobre el cambio climático, pues, según indicó, el hielo de Vostok ofrece datos "imprescindibles" para conocer la evolución de los gases de efecto invernadero antes de la irrupción del hombre.