Hay que analizar que la aportación y evolución desde que el hombre apareció en la tierra ha sido muy lenta, en cuanto a los daños que a la atmosfera haya podido ocasionar, mientras que la evolución desde la era industrial que apareció en el siglo XIX hasta ahora ha sido impresionantemente rápida y dañina a la propia atmosfera, eso es evidente, por lo que los fenómenos actuales son impredecibles y con consecuencias mucho más catastríficas que en la Edad Media, por poner un ejemplo, otra cosa son los medios actuales para combatir tales desaguisados.