De lo que sí puedo dar fe es de lo fieros y bravos que son los alcaudones y más concretamente los ahora llamados alcaudones meridionales (Lanius meridionalis).Os cuento que en el campo propiedad de mi familia tenía y tengo una pajarera de 3x2 metros elaborada de tela metálica dónde se alojan varias especies de fringílidos (verdecillos, verderones, jilgueros, lúganos) junto con otros paseriformes como escribanos, gorriones y estorninos negros en dónde pueden volar y posarse en perchas de madera. Pues bien, junto a la pajarera tenía entonces (hace 3 años) un jaulón de cría colgado de la pared con una pareja de verderones comunes y su nido que había separado expresamente de la pajarera por que los verderones son unos pájaros -como sabeis- muy camorristas y no conviven bien con otras aves. Estaba una mañana en no recuerdo qué tarea cuando comencé a oir excitados a los pájaros, me acerqué pensando que se trataba de algún milano negro que por allí abundan en temporada y que se acercan con intención de atrapar a algún pichón aún poco hábil para el vuelo que se encuentre posado en el tejado. Pues bien, no era así, ví incrédulo de lo que estaba viendo a un alcaudón real (ahora meridional) aferrado con sus patas a los barrotes del jaulón y cogiendo con su ganchudo pico al verderón macho. Se ve que el pájaro se había asustado al ver al alcaudón con tan mala fortuna que el alcaudón pudo apresarlo desde el exterior de la jaula y le había casi seccionado la cabeza. Y lo que más me sorprendió es que el alcaudón no se marcho de la jaula hasta que no estuve a poco más de 2 metros de distancia, parecía no tener temor de mí. Increible.
25 Respuestas
15754 Vistas