Hoy he encontrado un texto en la RAM que da que pensar: https://www.tiempo.com/ram/23/heladas-historicas-ebro-tortosa/,
Aquí en PDF:
http://blocs.mesvilaweb.cat/media/SGVsYWRhcy1FYnJv_149715_1_1601_1.pdfEl río Ebro no se hiela a su paso en Tortosa desde Enero de 1891. Hay datos históricos de heladas desde el siglo XV y se producen normalmente varias heladas por siglo. El río Ebro es el más caudaloso de España y uno de los más meridionales que se hielan. El Ebro tiene un caudal máximo durante los meses fríos, coincidiendo con las épocas en las que se helaba. Además el río ha sufrido los embates de la regulación hidrográfica y por lo tanto es impensable que en la actualidad pueda repetir los caudales que tenía en otros tiempos, con lo que las heladas deberían ser más habituales en la actualidad. La interrupción de estas heladas durante 120 años es un fantástico proxy indicativo de que el mundo se ha estado calentando desde 1891 porque el río, al ser menos caudaloso hoy en día, se debería haber helado más veces y no lo ha hecho.
Las heladas del Río Ebro
Según este trabajo se heló dos veces en el siglo XV, 5 en el XVI (coincidiendo con la entrada en la Pequeña Edad de hielo PEH de la península ibérica), 4 en el XVII en plena PEH que fueron las más fuertes que se recuerdan, 5 en el siglo XVIII pero de menor intensidad que las del XVII y solo dos en el XIX, cuando repuntaban las temperaturas. Ninguna en el XX y el XXI.
No se conocen datos anteriores al siglo XV. Probablemente durante el Óptimo Climático Medieval coincidente en el tiempo con Al-Andalus, nos hubiera dejado algún escrito al respecto si se hubiera producido. Probablemente no se produjeron esas heladas en dicha época. Menos probable para el Óptimo Climático Romano, quizá tampoco se produjeron, aunque la escasez de historiadores también lo podría explicar. No hay datos del Ebro durante épocas oscuras como la caída del Imperio Romano y el auge visigótico, épocas muy convulsas.
Según el trabajo de Jose Manuel Puente “Podemos observar también que el río se congelaba invariablemente durante la segunda quincena de diciembre y la primera de enero, coincidiendo con los días de menor influencia solar. Este hecho ya estaba constatado en el Archivo Capitular que rezaba las heladas son siempre en Diciembre o Enero y coincidiendo con vientos de tramontana, polares y muy fríos (O’ Callaghan, 1867) No podemos constatar ninguna helada del Ebro en febrero, y normalmente el río se mantenía helado como máximo hasta el final de la segunda semana de enero, dándose los primeros indicios de la congelación en fechas tan tempranas como el 12 de diciembre, tal y como ocurrió en la helada de diciembre de 1506.)”.
Según datos de la CHE el caudal del Ebro a su paso por Tortosa no ha dejado de disminuir durante el último siglo por la regulación hidrográfica. Además la época en que viene más crecido es en la época fría:
“El Ebro sufre sus crecidas más frecuentes en la estación fría, de octubre a marzo, aunque a veces se prolongan en el tramo final hasta mayo; las de estación fría suelen estar ligadas al régimen pluvial oceánico, mientras que las ocurridas en primavera son fruto de la fusión de la nieve de los Pirineos. Los estiajes se producen en verano: de julio a octubre, en Miranda de Ebro y de fines de agosto y primeros de septiembre en Tortosa.” Wiki.
“La congelación total de un río como el Ebro, y mucho más tan cerca de su
desembocadura, requiere de unas condiciones atmosféricas extremas que en el clima
actual prácticamente no se dan. Las temperaturas debían rondar en estos casos los -15ºC e incluso ser inferiores durante algunas jornadas, pero seguramente lo más destacable era la persistencia de esas condiciones meteorológicas, con intensas olas de frío del nordeste, conocidas hoy como siberianas, que mantendrían las temperaturas en valores extraordinariamente bajos para el área mediterránea.” Puente.
El caudal actual del Río Ebro es mucho menor que antaño y por lo tanto debería helarse con mayor facilidad si cabe. Pero estas condiciones hace 120 años que no se dan.
Por lo tanto el Ebro se helaba con entradas polares mucho más fuertes que en la actualidad y persistentes durante muchos más días. Y dichas entradas polares se producían solo a mediados de diciembre o principios de Enero.