Como dije, ayer cayeron en la tromba más de 30/40mm, no 17mm, como medi... con esto nos quedamos cerca de 200mm este mes
La provincia sufre una cadena de tormentas con vientos de 90 km/h
Según el Servicio Meteorológico Andaluz, numerosas localidades gaditanas sufrieron un temporal conocido como "línea turborada"
Tres heridos en Jerez tras caer una cristalera
REDACCIÓN
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cádiz. La provincia de Cádiz sufrió ayer un riguroso temporal de lluvia y viento conocido como "línea turborada", en el que se encadenan una serie de tormentas. Según los datos facilitados por el Consorcio Provincial de Bomberos, el fenómeno se inició en torno a las nueve y media de la mañana y alcanzó su momento más virulento sobre las once de la mañana cuando las rachas de viento lalcanzaron los 99 kilómetros por hora en La Isla.
Esta tempestad obligó en muchas localidades a la intervención de los bomberos y de empleados municipales, que se afanaron en arreglar los desperfectos ocasionados por el fuerte viento y por las lluvias que anegaron numerosas calles, entre otras lugares, de Chiclana, San Fernando o Conil. Señales de tráfico, farolas o vallas publicitarias sufrieron las inclemencias del tiempo. Sin embargo, el incidente más grave ocurrió en Jerez, donde tres personas resultaron heridas tras caerles encima la cristalera de una cafetería. En El Puerto varias familias fueron desalojadas por el peligro de derrumbe de parte del edificio en el que residen tras la caída de una viga en una de las viviendas.
En Cádiz se produjeron inundaciones en algunos lugares, el desplazamiento de contenedores o el desprendimiento de parte de las fachadas de algunos edificios, lo que motivó la actuación continua de la Policía Local y Bomberos, además de trabajadores de Aguas de Cádiz, Alumbrado Público o Jardines. Aunque no ha habido daños personales, numerosos vehículos estacionados resultaron dañados.
Entre los lugares afectados se encuentran la fachada de la Torre Tavira, las ventanas de la Casa del Almirante, la glorieta de Elios –donde cayó una palmera a la acera–, el Campo de las Balas, el barrio de Puntales, el Instituto Hidrográfico, la plaza del Mentidero, la calle Marianista Cubillo o el Paseo Marítimo. En la plaza Asdrúbal, un enorme árbol destrozó por la mañana un banco al desplomarse.
La ciudad de Chiclana quedó afectada en numerosos puntos, fundamentalmente por caídas de árboles y mobiliario urbano. Según los datos ofrecidos por la estación meteorológica situada en la depuradora de El Torno, entre las diez menos diez y las once y media de la mañana se registraron 33,6 litros de agua de lluvia por metro cuadrado en la ciudad. Durante este intervalo de tiempo, además, se produjo un notable incremento en la velocidad del viento, por cuanto se pasó de una media de unos 10 kilómetros por hora a picos de 44 kilómetros por hora (registrado a las diez y diez de la mañana) de viento de dirección oeste. Este fuerte viento, que cesó en unos minutos, provocó la caída de árboles a lo largo de todo el término municipal, contabilizándose alrededor de medio centenar de caídas o desplazamientos de árboles, en dos de los casos sobre vehículos estacionados en la vía pública (en la urbanización Las Mogarizas y en el callejón de la Pedrera). Cuatro equipos de la Delegación municipal de Medio Ambiente, en colaboración con miembros del Parque de Bomberos y operarios de Vías y Obras, trabajaron a lo largo de todo el día para retirar los árboles derribados y colocar medidas de sujeción en aquellos otros desplazados por el viento.
En el caso de San Fernando, la ciudad despertó con una tormenta encima, si bien lo más notable de la jornada fue el fuerte viento que acompañó a la lluvia cuya fuerza alcanzó un máximo de 99 kilómetros por hora, según la Sección de Geofísica del Servicio de Meteorología del Observatorio de Marina. Semejante intensidad se tradujo en numerosos daños materiales, ya que por fortuna no se produjo ninguno personal. Así, carteles arrancados, ramas de árboles caídas y contenedores volcados fue la escena que más se repitió por los rincones de la ciudad.
Además, las rachas más fuertes del viento coincidieron con la mayor intensidad de la lluvia caída, que se registró sobre las once y cuarto de la mañana con un pico de 40,7 litros por metro cuadrado. Hay que señalar que el agua caída durante la mañana, desde las nueve hasta las once y media aproximadamente, alcanzó los 17,2 litros por metro cuadrado, según los datos ofrecidos por el Observatorio de Marina, si bien persistió buena parte de la tarde.
La unión de lluvia y viento a media mañana fue la causa de que numerosos isleños llamaran a los bomberos del Consorcio Provincial, la mayoría por nuevas inundaciones en calles, garajes y accesos a sus viviendas. Unas llamadas que se tradujeron en unas 13 actuaciones de los bomberos en San Fernando. Por esa razón, y por unos instantes aunque no con la intensidad de ocasiones anteriores, volvió a anegarse la unión de la avenida de Buen Pastor con la Ronda del Estero, donde fueron requeridos los bomberos para achicar agua. Con la misma misión, los efectivos del Parque de Tres Caminos del Consorcio Provincial acudieron al túnel del desdoble de la CA-33 (antigua N-IV) bajo el puente que llega hasta la estación de tren, que se anegó y tuvieron que pedir la llave a personal autorizado por Carreteras para desagüarlo. También se repitieron las inundaciones en la barriada de Diputación y en algunos puntos de La Casería.
El peligro de que cayeran elementos de algunas fachadas ocasionó dos salidas de bomberos en la ciudad isleña, una en la calle Rosario y otra en Luis Milena. Al igual que la retirada de ramas de árboles caídas en las calles San Juan de la Cruz y General García de la Herrán así como en el parque de Sacramento. También fue necesaria la intervención de los bomberos para retirar un letrero luminoso de la calle General García de la Herrán, que presentaba peligro de desplome.
En El Puerto, cuatro familias de un inmueble del casco histórico tuvieron que ser desalojadas por el riesgo de derrumbe de su vivienda. Los bomberos se personaron en la tarde de ayer en la casa, un patio de vecinos situado en el número 10 de la calle Albareda, donde tuvieron que apuntalar el techo de una de las habitaciones. Una de las vigas de la estancia había cedido debido al apolillamiento de la madera y al agua que había filtrado de la azotea.
También la intensa lluvia provocó que hubiera riesgo de derrumbamiento de uno de los accesos a varias de las viviendas de la planta alta del inmueble. No hubo que lamentar, por suerte, daños personales. La vivienda data de 1862 y en ella viven siete familias que pagan rentas bajas. El propietario, según los vecinos, lleva cerca de una década sin pasar por el inmueble y sin realizar ningún tipo de reforma. Las lluvias de la última semana han agravado el pésimo estado de la vivienda. Es más, el dueño tiene embargada la renta que recibe de los vecinos por impago de impuestos. Los inquilinos ya habían denunciado en varias ocasiones en el Ayuntamiento el lamentable estado del inmueble. La pasada semana se produjo un pequeño desprendimiento del techo de escayola de la habitación donde se cayó la viga en la jornada de ayer.
Por lo demás, a lo largo del día los bomberos tuvieron que realizar achiques de agua en La Puntilla y Crevillet así como retirar ramas de árbol en la Carretera de Sanlúcar y el Camino de los Enamorados.
Las intensas precipitaciones volvieron a provocar complicaciones en todo el área sur del casco urbano de Conil, concretamente en la zona del Paseo Marítimo que quedó inundado por segunda vez consecutiva en la semana. En algunos momentos el tráfico se tuvo que interrumpir por la Policía Local que lo desvió por vías alternativas. La situación volvió a la normalidad después del mediodía. A estos problemas hay que sumar los que se padecen en áreas como la Portada del Cojo, dificultando enormemente el tráfico rodado y el acceso a servicios vitales como el Centro de Salud de La Atalaya, o las producidas en El Colorado en el carril de Pinaleta La Boquilla, donde tuvo que cortarse la circulación.
No fue la única población de la Janda con problemas. En Los Caños de Meca de Barbate la avenida de Trafalgar quedó cubierta por el agua tras las fuertes precipitaciones que se registraron en la zona, lo que dificultó el paso de los vehículos.
En otras localidades de la provincia los bomberos acudieron para achicar el agua de lluvia acumulada, como ocurrió en las sanluqueñas Trasbolsa y Quinta de la Paz, o en la calle Pago de Santo Domingo de Chipiona.
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