Si, por eso hay que ir al coste final (y al rendimiento)
Lo de la nitricelulosa (se usa en cohetes) y similares no era coña, hay muchas reacciones químicas muy energéticas y de bajo coste, tecnicamente hoy día se podrían solucionar los inconvenientes que las limitaban en el pasado ¿teneís una idea de la cantidad de nítrico y sulfúrico que usamos? (mucho, mucho)
Y también tener en cuenta el coste energético que suponen las instalaciones industriales para generar sustancias químicas, el coste energético que suponen los metales que necesitamos para generar vehículos, aeorgeneradores, placas solares, etc. Es que fundir metales necesita mucha energía, que a veces no tenemos en cuenta en los balances que se hacen.
Para mí la única solución viable es limitar la densidad de población; similar a como les dice la UE a los ganaderos que tienen que limitar el número de vacas por ha si quieren cobrar la PAC. Si lo miramos bien igual para ser todos medianamente felices tendríamos que ser 2500 millones de seres humanos o 3000 millones en el planeta; no sé, habría que analizarlo.
Estimado Roberto:
Opino que limitar artificialmente la población de la Tierra es mucho más perjudicial que beneficioso. En particular me repugnan algunos de los métodos que se recomiendan últimamente, como el dar muerte a los niños no nacidos y hacer lo propio con los ancianos. El aceptar estos métodos mina la más elemental ética y nos conducirá poco a poco (o mucho a mucho), si no lo cambiamos, a aceptar que el dar muerte a seres humanos es perfectamente admisible para casi todo... lo que interese a los dueños del pesebre.
Profetas de la catástrofe por varias causas ha habido siempre, pero ninguna se sus profecías se ha cumplido.
Allá por finales del siglo XIX y principios de XX, parece que la población crecía en progresión geométrica mientras que la producción de alimentos lo hacía en progresión aritmética, de donde ya no me acuerdo qué "experto" que andaba por allí profetizó que la humanidad se moriría de hambre a corto-medio plazo. Profecía que, afortunadamente, no se cumplió.
En los años 60, los expertos de turno profetizaron que las reservas mundiales de petróleo durarían unas pocas decenas de años, lo que nos llevaría al más terrible colapso energético y nos tendríamos que calentar en invierno soplándonos la punta de los dedos. Profecía también incumplida. En las decenas de años en que el petróleo se acabaría, las reservas del mismo no hicieron más que aumentar.
Diversos calentanoicos, también "expertos", han profetizado, ya en el siglo XXI, fusiones del hielo de los polos y zonas cercanas que harían subir el nivel del mar en no sé cuantos metros, con lo que ese mar se tragaría un sinnúmero de ciudades costeras en pocos años. Profecía también afortunadamente incumplida.
¿Y pretenden que me crea que el CC nos va a matar? Opino todo lo contrario: gracias al aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera las plantas verdes se desarrollarán cada vez más y mejor y podrán dar de comer a muchos más animales y seres humanos. Si esto conlleva un par de grados más -que lo dudo- bendito sea el CC.
Este es el principal efecto del CO2: mejorar las condiciones de vida en la Tierra para todos.
Saludos,
Juan Mendos