Vale, pero esas bolsas de aire cálido se forman preferentemente entre mayo y septiembre (por la intensa insolación que tiene lugar entonces), precisamente cuando es casi un milagro que entren los frentes. Cuando éstos dejan los mayores registros pluviométricos, entre octubre y marzo en el Guadalquivir, la tierra firme que se encuentran está claramente más fría que el océano, lo que favorece el ascenso del aire asociado a los frentes cálidos que entran del SO, que son los más efectivos en Andalucía Occidental (y en casi toda la vertiente atlántica).
También ese enfriamiento que sufren los "ábregos" al penetrar en tierra, favorece que se formen nieblas y estratos de advección que suelen dejar lloviznas persistentes, e incluso lluvias importantes curso arriba al entrar en juego la convergencia orográfica de vientos.