Hola a todo el mundo. Soy nuevo en los foros de meteored, aunque vengo leyendoos desde hace tiempo. No he participado hasta ahora porque, aunque interesado por temas climáticos, no tengo un nivel de conocimientos suficiente para hacerlo. Sin embargo, este es un tema en el que sí tengo una opinión más o menos clara. La pregunta de este hilo es muy concreta: ¿Pudiera desarrollarse una civilización como la actual en una glaciación? Lo que yo entiendo que se plantea es si la actual civilización tecnológicamente avanzada podría sobrevivir a la llegada de una glaciación repentina. Y mi opinión es que, sin un plan de contingencia muy especial, no.
Voy a intentar explicar mi razonamiento de forma muy breve. El estatus tecnológico actual de los paises más desarrollados (con su directa y profunda incidencia en nuestra forma de vida) es el resultado acumulativo de una serie de pasos que han estado basados, principalmente, en el aprovechamiento de las fuentes de energía de las que hemos dispuesto en cada momento a lo largo de nuestra historia. Durante siglos nos servimos casi exclusivamente de la madera como fuente energética para calentarnos y trabajar los metales. Esto dio lugar a una industria primitiva que favoreció la supervivencia y proliferación de los individuos, dando lugar a un crecimiento demográfico que consumió cada vez más y más recursos. Esto hubiera llevado a un colapso por falta de recursos energéticos de no haberse descubierto una nueva fuente: el carbón. Primero en minas en superficie y, a medida que el avance tecnológico lo iba permitiendo, a más profundidad bajo tierra. Ojo a este dato: primero se usaron los recursos de más fácil acceso (y económicos), y luego los que requerían más medios para su explotación. Esto permitió un mayor progreso en las técnicas, lo que a su vez hizo posible un aumento en la expectativa de vida y, por tanto, en el número de habitantes. La misma lógica se ve en el paso al petróleo: nueva fuente de energía, con más ventajas que el carbón. Primero se explotaron los yacimientos superficiales, y ahora, una vez agotados estos, se usa una avanzadísima tecnología para llegar a lo que queda del petroleo, bajo el mar y, en tierra, a grandes profundidades. Y esto a su vez ha ido acompañado de un mayor progreso en la expectativa de vida, y, por tanto, a un aumento demográfico sin precedentes. Todo esto está muy, muy resumido, por motivos de espacio, pero creo que se entiende lo que quiero decir: no somos individuos independientes que se autoabastecen, como los primitivos cazadores-recolectores. Somos componentes de un organismo social del que dependemos simbióticamente. Uno conduce un camión que lleva la harina que otro ha producido a un tercero que fabricará pan, del que se alimentarán los otros dos (simplificando muchísimo). Yo no fabrico la ropa que visto, los muebles que tengo, la casa donde vivo, el ordenador que uso, la electricidad que consumen mis electrodomésticos, ...; ni sabría como hacerlo, aun si dispusiera de los medios (que tampoco tengo, obviamente). Así pues, una catástrofe de las dimensiones de la que se sugiere, daría al traste con el funcionamiento de este organismo simbiótico tan delicado, lo que nos retrotraería a una época anterior a la del uso del carbón, sin posibilidad de volver nunca a un nivel tecnológico como el actual, simplemente porque los valiosos recursos energéticos necesarios de fácil acceso ya no existirían.