El punto donde se ubican el puente y la iglesia de San Antón, fue durante siglos, el primer y último vado respectivamente que comunicó la población de Bilbao con Castilla, con la importancia comercial que ello entrañaba, al ser, igualmente, el último punto navegable del Nervión-Ibaizábal desde el mar. No es por ello casual que la parte antigua de la villa se arremoline junto a este estratégico lugar, hoy en día un tanto desconocido por el viajero ocasional. Bil-bado pues, como dices Burgati, bien podría ser el origen etimológico del nombre de la villa, y ello precisamente por este vado natural que fue determinante para el desarrollo urbano de la actual Bilbao.
Tu turno.