La verdad es que el Valle de Ricote es como un viaje en el tiempo:
- Sistemas de riego tradicionales, como dice Macis heredados de los árabes.
- Costumbres interesantes, recordemos que allí se refugiaron los moriscos hasta fechas muy tardías.
- Ritmo de vida muy tranquilo y muy rural para estar a 20 minutos de Cieza o Murcia capital.
En cierto modo, me recuerda un poco a otra zona bastante parecida, como es la comarca de Abanilla, me refiero a pedanías como Mahoya y alrededores.
Recordar también que el Valle de Ricote se libró "in extremis" de la hecatombre urbanística, ya que había numerosos proyectos de urbanizaciones, resorts y toda esa bazofia tan típica de estos lares.
Es cierto, es como un viaje en el tiempo este Valle. Y algunas zonas de Abanilla también. La zona central del municipio (Abanilla, Mahoya, El Salado, Campules, Ricabacica y Llano de Sahués) también es rica en palmeras, campos de olivos, de cítricos, pequeñas huertas de autoabastecimiento, molinos para moler el cereal (con agua del río Chícamo), pequeñas almazaras, infraestructuras de regadío árabes, pero que ya existían en tiempos romanos, etc. Aquí es el río Chícamo el que da vida a Abanilla con su exiguo caudal, pero que llena de vida y verdor allá por donde pasa.
Diferencia entre el Valle de Ricote y Abanilla, pues que el paisaje ricoteño se enmarca en un valle encajado entre sierras de elevadas pendientes y el paisaje abanillero está dominado por los badlands, propiciando así un gran contraste de tonalidades.