ACOJONADO EN CUATRO VIENTOS.
Salí a ver el percal (desde las pistas de aterrizaje tengo un horizonte magnífico) y venía algo parecido a un arcus (no hay fotos ni vídeo, lo siento) acercarse, apenas distinguible por la lluvia incesante. Cuando me rebasó (hacia el NE) vi la parte interna con el característico movimiento turbulento, pero que por la maldita lluvia se veía muy difuminado. De pronto, a 300 ó 500 m, cae un rayo como las cuentas de un rosario, como apagándose en un montón de bombillas. Buen castañazo que no me pilla por sorpresa. Al rato... ¡¡¡BOOM!!!... encima nuestra; mi corazón a mil y olor a quemado (nada grave). Y otros dos o tres más casi al lado con los sustos correspondientes.
Viento y lluvia moderados.
¿Fenómenos severos?
Cero patatero.