Es que como hace más calor hay más evaporación, más precipitaciones, más nevadas y, consecuentemente, aumenta la extensión del hielo marino. Es lo que dicen los alarmistas. Muy “lógico”, pero, en el caso de que esto fuera cierto (cosa que dudo) lo que no comprendo es por qué, con condiciones similares, arriba en el Ártico no ocurre lo mismo.
Bah, no me hagáis demasiado caso, son antiguas excusas que he ido leyendo reiteradamente y que me han venido a la memoria, como aquella comparación que hacían algunos con un congelador viejo, que al enfriar menos producía más hielo…