Espectacular reportaje y magnífico paraje. Me encanta ver los cedros y su estupenda adaptación en nuestras sierras, hay que recordar que eran autóctonos de España hace milenios, pero no pudieron recolonizar Europa durante una de las glaciaciones, son árboles que al igual que el pinsapo irían muy bien en buena parte de nuestro país, enriquecen el bosque, son resistentes al fuego y se adaptan bien aunque sean sierras tan extremas como Gádor o Sierra Espuña, en ésta última, los pinsapos crecen sin problemas y además brotan espontáneamente, con unas precis que a duras penas llegan a los 600-700 mm, incluso muchos años se tienen que conforman con 300-400 mm. En la murciana Sierra Espuña, también hay cedros del Atlas y se les ve que tiran con ganas y respecto al pinsapo, hay una sierra en Zaragoza, cerca de Daroca, que también nacen por sí solos, gracias a una repoblación llevada a cabo por un ingeniero hace décadas. Si desde la administración tomaran cartas en el asunto, las montañas mediterráneas peninsulares, dejarían de tener tantos problemas como plagas, incendios y pérdida de suelo, pero nadie quiere hacerse cargo, se plantaron en su momento pinos de rápido crecimiento para evitar la erosión, pero actualmente pasan de cerrar el círculo y potenciar a los quercus, pinsapos, cedros, fresnos, almeces, nogales, arces, olmos, álamos, sabinas, etc.