Lisandro:
Yo nací en un pueblo que se llama Lisandro Olmos.
No soy fanático de las tormentas como ustedes, pero tal vez por haber vivido de chico las tormentas con alegría, como un divertimento, es que no les tuve nunca miedo. Me gusta mucho la naturaleza, cuanto mas agreste mejor, es por eso que el día que me paso lo del rayo, estaba en una playa solitaria tomando sol, apenas se inicio la tormenta, subimos a la camioneta y como era temprano nos fuimos a recorrer los medanos (dunas) que hay en le lugar.
Llovía mucho y había tormenta eléctrica. Yo sabia que dentro del vehículo un rayo no hace nada y por lo tanto como lo hice muchas veces estaba tranquilo.
Incluso cuando tuve que bajar varias veces para agregarle agua por la rotura de una manguera, pensé en los rayos y me cerciore de no llevar nada metálico encima.
Salí del área de dunas, hacia la playa. La playa ahí es extensa. Y nuevamente pare la camioneta para agregarle agua, aproximadamente a 100 metros del mar.
Lo que no me dí cuenta, que por ser un lugar sin construcciones y sin arboles, el único objetivo en varios kilometros a la redonda, eran mi vehículo y yo.
Y bueno, paso.
Por suerte, gracias a Dios, por el destino, o porque no era mi hora, o como quieran llamarlo, la saque barata.
Un abrazo