Calma, ahora sí, en Valencia. Se ven algunos claros sin decidirse a despejarse, baja la temperatura a 21 grados exactos, leve brisa y sin indicios de que vaya a llover más. Noche mucho más fresca que las anteriores y que quizá, como comentaba el compañero murciano, nos fuerce a echar la sábana o colcha.
Por delante esta semana poco más. Un desplome térmico más o menos acusado que podría dejar, quién sabe, cerca de la helada a alguna estación meteorológica preparada para ello con buena inversión y bastantes registros bordeando los cinco grados en el interior valenciano y límite conquense.
No hay lluvia a la vista. Ha sido sin lugar a dudas un temporal muy breve e intenso que ha dejado los primeros grandes registros tras mayo en una época de preocupante sequía y ha servido para acercarse más a una media anual que todavía queda lejos en la gran mayoría de sitios. Ha vuelto a castigar al interior que lleva un año aciago y veremos si en embalses como Contreras se ha conseguido pillar algo, pues llevan el registro más bajo en muchísimos años y lo necesitaban como (paradoja) agua de mayo.
A esperar los registros térmicos de estos días que no nos darán las alegrías de un buen temporal lluvioso, pero sí que podrán pulir los registros del septiembre de 2015 en cuanto a mínimas -hoy, sin ir más lejos, habrá muchos <10-. Tenemos noches térmicamente movidas.